sábado, 28 de marzo de 2009

Heráclito

Este griego insigne es uno de mis filósofos favoritos. Con una simpleza genial, resumió el saber en la frase, no sé si literal (no estaba con él cuando la dijo), "todo fluye y nada permanece" y que explicó para los torpes con el símil "nunca entrarás dos veces en el mismo río".

La sensación que tengo desde hace unos meses es cada vez más parecida al núcleo del pensamiento del de Éfeso. En casi todo.

En el trabajo, parece inminente un cambio. El peligro es que ahora cualquier cosa distinta a lo que hay me parece mejor con lo que la decisión no va a ser correctamente meditada. Cuando, después de unos cuantos años haciendo y deshaciendo y con resultados muy dignos, el trabajo se reduce a ser un mero ejecutor de las decisiones que otros han tomado (independientemente de que a uno le parezcan equivocadas) y ves que, precisamente cuando más sabes y más experiencia tienes, alguien decide empaquetar eso y tirarlo a la basura por una decisión administrativa tomada en una central por gente que ni te conoce, además te toca como "jefe" (entrecomillo porque mi concepto de jefe es otro) a alguien sin experiencia en dirigir y con conocimientos manifiestamente mejorables, entras en una fase que no sé calificar pero que te quita el interés por casi todo. En todo caso, la culpa finalmente no deja de ser mía porque como siempre he pensado, "si no te gusta el sitio en el que estás, vete...y si no puedes irte, te aguantas, pero no te quejes".

En el apartado "ocio", que se centra y prácticamente se reduce a las motos, las cosas tampoco están en su mejor momento debido a dos factores. Lo ya dicho en el párrafo anterior (perdón por el lamentable atentado literario al escribir la parrafada larga y sin puntos pero ha sido un desahogo) que se resume en que "no me compliques que paso". Y en eso estamos, que si me ponen pegas pienso aquéllo de "tú mismo, yo paso". Curiosamente, eso mismo creo que le pasa a uno que conozco aunque la razón de su desazón (rima no buscada) sea otra y mucho más justificada. Confío en que pronto salga el sol. Hablaba, claro está, del hobby permanentemente presente en este blog y que se llama trial clásico. Ahora estamos con que si el nivel es adecuado o no. Mientras haya algunos que quieran creerse que compiten y que un trofeo vale la pena en sí mismo, estaremos como ahora. En fin, como el del chiste, "pues no será por eso". Añadamos que la otra faceta motera, el asfalto, se me ha acabado por una estúpida caída hace unos meses ya y que lesiones aparte ha conseguido que me prohiban volver a montar. La Bonnie está esperando que la saquen a pasear y se está pudriendo en el garaje y eso que ahora podría compartir un domingo de primavera con una prima suya, una Commando y podrían hablar de sus cosas.

Para terminar y como corolario, la sensación de estar en pleno proceso de cambio a nivel global es cada vez más intensa.

Lo bueno es que, como decía mi admirado filósofo, la vida es cambio y por ello concluyo que estoy vivo.

Lo malo es que tengo la sensación de que no controlo nada de lo que está pasando a mi alrededor y por ello el complejo de pelele va en aumento.

Una foto de la pobre Bonnie:



Quizá sea más conocida en esta versión. Mismo modelo de moto, distinto piloto:





martes, 24 de marzo de 2009

Robledo de Chavela o "qué nivel, Maribel"

Hola querido lector...perdón, quería decir "queridos lectores" porque parece que se ha unido el gran Pepe o Andrés, como él prefiera, y es que como es un tipo especial, es capaz de dedicar algo de ese bien tan escaso como es el tiempo a leer estas entradas. Él sabrá lo que hace. En todo caso, bienvenido, amigo.

El domingo pasado tocó trial, esta vez en Robledo de Chavela. Otro grande, Chema, hizo un gran trabajo ayudando a marcar. Qué tío. Ojalá no cambie.

El caso es que me pasé medio sábado quejándome de que estábamos marcando el C por encima de lo que debería ser. Por supuesto también el B, pero de ese nivel no me ocupo. Pensé que estaba demasiado afectado por la rodilla esa que ya ni para un sandwich de ídem vale, pero pude comprobar después que no estaba muy desencaminado. Fue un trial fácil (insisto en que sólo hablo de los amarillos) para los que van sobrados. Se dice que no tenía peligro. ¡Faltaría más!. Que no van a ser caminitos. El caso es que quien habla así, está claro que no entiende el espíritu del nivel C.

Mi primer trial fue en noviembre de 2003 en La Cabrera. Entonces sólo había A y B y lo pasé arrastrándome con más pena que vergüenza. Aún me pregunto cómo pude seguir en esto con lo mal que lo he pasado. De no haber hecho jamás nada parecido a una zona, me encontré con 40 tacos "jugando a las carreras", como dice Pepe de los niños. Ni girar sabía (y así sigo, por cierto). En esa época, con el trial clásico en pañales, los niveles no eran ni de lejos como ahora. El B, en que yo corría, era la mitad. Con muchos giros y cosas de esas pero nada que ver con, por ejemplo, la zona dos de Robledo, zona que conozco muy bien puesto que en ella estuve durante cuatro horas. Pedazo escalón para verdes.

En 2004, con unos pocos pilotos más, seguimos con los dos niveles hasta que alguien dijo: "Si no damos entrada a los que quieren pero no pueden, esto se va al garete" y se creó el C en 2005. Fue un acierto. Casos como el mío, que sin tener ni la menor idea de lo que es el trial y con cuatro décadas en la próstata los hay y no pocos. También pagan y además le dan al Campeonato la masa crítica necesaria para que se sigan organizando triales sin que sea un palme por parte de los motoclubes.

Desde entonces he corrido en C y desde mediados de 2007 me he encontrado con que se ha adulterado la esencia de ese nivel y se ha convertido en el descanso del guerrero para pilotos con talento digno de mejores empresas (igual ocurre en B con algunos "A" venidos a menos). Se dice que ha sido debido a la participación de un crack como Alfredo Gómez, Campeón del Mundo, que hizo subir el máximo nivel para evitar que hiciera siempre cero con lo que casi todos los azules se convirtieron en verdes y ello implicó que, para que no se aburrieran, también se complicara ese nivel. Como no podía ser de otra manera, varios verdes destiñeron deviniendo en amarillos y, equilicuá, el amarillo se reverdeció.

¿Los perjudicados finales?: los que ni entrenamos ni buscamos en las carreras otra cosa distinta de montar en moto sin que te lleven a Soto del Real a compartir celda con sabe Dios quién.

Como ya he comentado en el foro de Trialmadrid, alguien me dijo que si no me gustaba que entrenara más. Como probablemente tenía razón, no se diga más y manos a la obra. A ver si con suerte mejoro algo y soy digno de compartir zonas con otros pilotos.

En todo caso, un placer ver cerca de ochenta pilotos desenvolverse por la zona dos (creo que por las demás también pero de ello no puedo dar fe). Gracias de nuevo a Chema por su, como siempre, desinteresada ayuda.

Si tengo tiempo y, sobre todo, ganas, puede que comente algo sobre la carrera en concreto.

San Martín de la Vega se avecina y con ese van a ser tres triales casi seguidos. Tampoco correré. Ni ganas. Si hace falta, volveré a apuntar pieses.

Tengo trabajo.

Hasta la próxima entrada.