domingo, 31 de mayo de 2009

De vuelta a las carreras populares




Hoy he vuelto a correr una carrera popular después de más de dieciocho meses sin hacerlo. Pensaba que hacía menos tiempo, pero en casa he mirado la fecha de la última y ésta fue en septiembre de 2007 (La Melonera).

El caso es que, después de varias "vicisitudes" llevaba sin correr todo ese tiempo. En el trial de Villar del Olmo estuve charlando con Pepe que me comentó que había empezado a correr porque le servía para dejar de fumar (suele ser al revés, pero Pepe es singular) y que se había marcado como reto hacer la maratón de Nueva York. Ese fue el primer toque que empezó a despertar las ganas de correr ya que una vez prometí que si llegaba a correr una maratón sería precisamente esa, la maratón por excelencia.

El segundo y definitivo aviso ocurrió curioseando el blog de Pepe. Allí comentaba que pensaba correr la carrera de Liberty Seguros, de diez km. Tras ver cómo era la carrera, me gustó el lema "UNA META PARA TODOS" ya que participa la Federación Paraolímpica y no pude evitar poner un comentario autoinvitándome a correr con él.

Un par de imágenes de la carrera del año pasado. Este ha sido igual, pero no tengo aún ninguna foto

Como siempre, héroes anónimos que te dan una lección

De los ocho mil corredores que nos hemos juntado, el más rápido ha sido Luis del Águila. El angelito se ha ventilado diez mil metros en 31:48 (casi la mitad que yo) y el primer discapacitado (Manuel Garnica, sexto en la maratón de los JJ.Paraolímpicos de Pekín) hizo 35:26

El recorrido, precioso: salida en la calle Goya, frente al Palacio de los Deportes, bajada por la calle Alcalá hasta Cibeles, recorrido por los Paseos de Recoletos y de la Castellana hasta Concha Espina, giro a la derecha en el Estadio Santiago Bernabéu y subida hasta Príncipe de Vergara, calle por la que se regresó a Goya.

Bueno, pues eso ha pasado hoy, que hemos corrido la susodicha y que está fuerte el jodío. Me ha sacado seis minutos y porque no ha querido que fueran más porque se le veía sobrado. En el quinto km le he dicho que se fuera porque empezaba a verle como un león enjaulado y no quería ser un lastre, menos aún en su primera carrera. Al menos he hecho menos de una hora. Queda mucho por recuperar.

Mi excusa es la rodilla pero en realidad, lesiones aparte, no estoy para hacer menos de cincuenta y cinco ni en broma.

El caso es que me han vuelto las ganas de entrenar y ponerme en forma. A ver si arrastro a uno que yo me sé y levantamos la BSA y la Tambores Grandes con un solo brazo. En Cabrianes vamos a terminar sin cansarnos. Habrá que buscarse una Douglas o algo parecido para que rompamos a sudar.

Un placer la carrera.

Gracias a Liberty pero sobre todo, gracias a Pepe.

Update

Pepe: 52' 10''-Puesto 870 de 8.000
Servidor: 57' 05''-Puesto 2.229 de 8.000

Rebozo espectacular

lunes, 25 de mayo de 2009

Robregordo 23-24 mayo 2009

Después del elefantiásico esfuerzo que han realizado unos pocos para que disfrutemos unos muchos, sólo se me ocurre decir "gracias".

Este Robregordo era especial. Habíamos creado un equipo formado por Julián, Alfonso "Súper" Sánchez-Eguibar y yo. Las motos, todas pre-69. Alfonso con una James como la de Mick, Julián con una preciosa 247 Tambores Grandes 99% original y una BSA B40 bastante tuneada, eso sí, pero con el peso y la mala leche británica en su ADN. Por cierto, a la BSA le eché aceite como para aliñar ensaladas para todo el ejército de Nápoleón y se pasó un buen rato eliminando el sobrante.

En la foto sólo se ve una ínfima cantidad de aceite que salió de ese chasis, que es donde lo lleva la BSA.

El sábado fue fantástico. Pronto se vió que Alfonso tiene un ritmo por encima (digo que se vió porque saberlo, ya lo sabíamos de sobras. Las motos se portaron como jabatas y no dieron el más mínimo problema. La BSA sólo se paró cuando se le acabó la gasolina y aún entonces dió muestras de raza. Julián le echó unos pocos CC de su 247, con su poquito de mezcla, su poquito de potasio y su poquito de sepa Dios qué más (la botella que usamos había tenido cinco tabletas disueltas de Isostar) y la bendita ni se quejó. Si es que ya se sabe, las inglesas pueden llegar a ser algo toscas pero duras son un rato (hablo de motos...)

Alfonso y Julián, "ready to go"

Una interzona dura y unas zonas que se parecen al nivel de amarillos como una Sherpa a una top model fueron minando nuestras fuerazas y las provisiones de bebidas isotónicas, barritas energéticas y plátanos. Julián me dió un repaso con todas las de la ley. Él insiste en el hándicap de la moto y vale, acepto que hay cierta diferencia pero sólo suponen cinco o seis puntos en un trial. Como le decía ayer, también yo soy más joven, ya puestos a buscar diferencias...

Una lamentable pérdida de tarjeta impidió conocer la dimensión de la derrota pero fueron más de esos cinco o seis puntos, sin duda.

Hablando de memoria, la zona uno era muy sencilla por lo que el cero era obligado. Cumplimos. La segunda tenía más dificultad pero también salimos los tres (los dos, debería escribir porque a Alfonso se le supone) con la tarjeta inmaculada. La tres no la hacíamos los amarillos porque era sólo para los machotes y, pobres de nosotros, nos digimos sonrientes a por la cuarta hasta que nos dimos de bruces con "la cuesta", un barrizal infame rompepiernas, rompebrazos, rompepelotas en definitiva. Más que cuesta deberían llamarla "el muro". Lástima no tener una foto.

Ya no recuerdo las zonas con claridad, al menos en lo que a la numeración se refiere. Tengo claras dos:

-La diez, que era criminal para los amarillos. Estaba entre verdes y azules. Si algún amarillo la hizo, no ya a cero, sino que no se enfiascó en ella, debería correr en otra categoría.
-La catorce, con unos plátanos deliciosos y unas azafatas espectaculares. Además de simpáticas, guapas. Una vez en lo alto de la montaña y con la espalda empezando a quejarse, paramos un momento para coger aire y
disfrutar de un paisaje precioso. A ver si puedo poner fotos con mejor resolución pero de momento es lo que hay, que diría Pim.

Tras penar lo nuestro y disfrutar de una interzona a la que no estamos acostumbrados (gracias, queridos ecologistas, que os den) terminamos la jornada trialera con la satisfacción del deber cumplido y con el cariño hacia nuestras motos multiplicado. Qué tías.

La 247 TG sorprendió por su suavidad aunque parece que la horquilla es mejorable (también a las top model les huelen los pies y van al baño). La BSA es de todo menos suave pero, eso sí, sus 350 cc la hacen subir por donde haga falta.

Al salir de la zona 18, una muy larga y de río, la BSA se queda seca y Julián dice que la moto puede funcionar con la gasolina de la suya (al 1,5%). Y vaya si funcionó, ni se quejó. Tras unos sandwiches de ¿cangrejo?, ¿pollo? y mixto y una coca cola nos dirigimos al hotel para quitarmos el medio Robregordo que llevábamos pegado. Allí nos reencontramos con un viejo conocido
:


El Camello, un must en cada edición de Robregordo. La cena acabó con una agradable charla con Pim y Cirera. Al salir hacia el Hotel para dormir, estaba cayendo todo lo que no había caído en el último mes. Tormenta de las buenas. Al día siguiente amaneció lluvioso y con Julián tocado. Su espalda no estaba por la labor así que decidió quedarse en tierra y he de decir que fue una decisión muy acertada. El agua caída había hecho su trabajo y estaba todo más complicado que el sábado. Corrí el domingo acompañado por Angel de Areba, Paco Chana y Alfonso Bardo. Buen trío de gente y de motos. Tres TLR 200 muy preparadas.. A Angel le vi fino. Acabará aprendiendo el mamón.

Angel de Areba en la Zona 1 con su TLR 200 "Pro 2009"

Alfonso Bardo en el mismo sitio y con otro pepino...de moto

Paco Chana con otra TLR 200

Como iban un poco lentos, decidí seguir solo hasta que me encontré con Pepe y Lallorea. Siguiendo la tradición, acabamos P
epe y yo trasteando con la Sherpa de Juan. De nuevo echando de menos a Julián. No podemos ser mejores personas porque por ayudar a Juan nos arriesgamos a coger algo y más ahora con eso de la gripe porcina.


La BSA se comportó algo peor que el sábado y, bien por el calentón, bien por cualquier otra circuntancia, se calaba cada dos por tres. Al menos cuatro cincos cayeron por el p... Amal. En todo caso, de no haber sido cincos habrían sido tres.

Una sabrosa comida en la casa del camello con Alfonso y Julián da por finalizada esta edición de Robregordo. Casi perfecta. La de 2010 será la definitiva. Acabar con la TG y la BSA o, ¿por qué no con dos Tambores Grandes?. Veremos. De momento preparémonos para Cabrianes, que esta edición será la 14 con lo cual el mal fario vendrá por otro lado. Sí, ese que imaginas.

Unas pocas fotos más








Por último, un detalle, la preciosa placa portanúmeros personalizada que me ha hecho Wayne Weedon para la BSA: