sábado, 30 de enero de 2010

El despertar

Título un tanto novelesco, sí, al estilo Stephen King, también, pero es lo que mejor define la sensación que tuve ayer al oír la "propuesta" del "gobierno" de alargar la vida laboral y, claro está, reducir las pensiones.

Antes de nada, aclarar los entrecomillados:

"Propuesta": en realidad es una decisión que están empezando a vender.
"Gobierno": llamar gobierno a ésto es una broma, de mal gusto, eso sí.

Como decía, ayer leí con atención lo que nos llegaba sobre este asunto y se me iba quedando una regusto que estaba entre la resignación cristiana y la satisfacción.

Resignación porque poco se puede hacer, al menos a corto plazo, salvo iniciar una serie de reformas de las que implican romper huevos cuando es necesario hacer tortilla para cenar.

Satisfacción, enlazando con el título de la entrada, porque creo que esta ha sido la primera vez que ha calado la idea de que el sistema está quebrado y, sobre todo, la toma de conciencia del inmenso fraude que supone el sistema de reparto de la seguridad Social. Un despertar, al fin y al cabo, que era tan necesario como evitado y de ahí la sensación de que se iniciaba el proceso de saneamiento.

También es cierto que no pude evitar cierto malestar en la zona inguinal porque los huevos que hay que romper son, entre otros muchos, los míos.

Decenas de veces antes se han oído voces avisando de lo que se venía encima, de que no era sostenible, concepto tan del gusto de las medianías actualmente, el Estado de "bienestar" tal y como está concebido pero que se ignoraban en una actitud a lo Scarlett O'Hara y su "bueno, mañana será otro día" (otros, en cambio, como Rhett Butler y su "francamente querida, me importa un bledo").

Debido al megafraude de Madoff se ha popularizado el concepto de "estructura piramidal" o "esquema de Ponzi" (Carlo Ponzi, conocido estafador italiano de los años 20). Gary Garvel publicó en el periódico Indianapolis Star esta genial y celebrada viñeta:

Imposible definir mejor tanto el sistema de Seguridad Social como el fraude de Bernnie.

Los trabajadores activos está pagando, con sus cuotas a la S.S. (mira que me suenan esas siglas), a los pensionistas de hoy. Sus pensiones las pagarán los trabajadores del futuro...si hay.

Esa es otra derivación del problema, que con la política económica, por llamarla de alguna forma, como la que hay en Occidente, favoreciendo un creciente intervencionismo y por ello un Estado de peso cada vez mayor, la creación de empleo se estancará y eso en el mejor de los casos. Hasta EE.UU. se parece cada vez más a la vieja Europa (vieja y pobre, hoy en valores y mañana en todo lo demás).

Como no quiero deprimirme más, no hablaré sobre lo de los "baby boomers" que nos incorporaremos al sistema dentro de relativamente poco tiempo. De momento yo tengo un plan de pensiones que me permitirá comer, al menos eso espero. Lo siento Alejandra, para tí quedará poco.

En ésto hay un país que lo ha hecho bastante bien, en mi opinión, y es Chile. En 1981 cambió el modelo de reparto por otro mixto, privatizando las pensiones, aumentando la cobertura de los trabajadores a los que una pérdida temporal de empleo les afectaría bastante poco y de paso, desarrollando notablemente el mercado de capitales.

Con lo fácil que es...

La imagen que me queda de nuestra sociedad, no lo puedo evitar, es la de la escena final de la genial "La vida de Brian":



No me negará, solitario lector, que la imagen del plano general es una alegoría pluscuamperfecta de esta nuestra comunidad.

La letra es magnífica, la frase al final de la canción creo que define la concepción actual de la vida:

"You know, you come from nothing - you're going back to nothing.
What have you lost? Nothing!"

No puedo estar más en desacuerdo.

Sólo añadir que estoy convencido de que los únicos que pueden permitirse enseñarnos nuestro verdadero rostro de primos son los que están ahora. Quizá sea su única buena obra, aunque haya sido obligados por las circunstancias.

martes, 26 de enero de 2010

Paul Weller

Uno de los grandes. Nacido en 1958, inglés, fundador de dos grandes bandas, The Jam y The Style Council, con muchos éxitos. En 1990 se lanzó en solitario. Tuvo algo que ver con Everything but the girl. Por alguna incomprensible razón no triunfó en EE.UU.

Una personalidad única. Principal impulsor del movimiento "mod", tanto, que era conocido como "The Modfather"

Merece mucho más reconocimiento del que tiene, al menos en España.

The Jam: finales de los 70-principios de los 80
The Style Council: 1983-1989


THE JAM - All around the world (1977)

El presentador, espectacular



THE JAM. Eaton rifles (1979)




THE JAM- Going underground (1980)

Ya la he puesto en otra entrada pero es imprescindible si se habla de Paul Weller





THE JAM- Town called Malice (1982)



THE STYLE COUNCIL-WALLS COME TUMBLING DOWN (1983)



THE STYLE COUNCIL-Shout to the top! (1984)

Cómo me gustaba la negra, Dee C. Lee, hoy ex mujer de Weller y madre de su ¿único? hijo (con el que sus padres debieron pasar poco tiempo, a juzgar por su aspecto)




THE STYLE COUNCIL-My ever changing moods (1984)



THE STYLE COUNCIL-You're the first thing (1984)

Preciosa canción



THE STYLE COUNCIL-lONG HOT SUMMER (1984)



THE STYLE COUNCIL-Have you ever had it blue (1984)

¿Lo has pasado mal alguna vez?



SUNFLOWER (1993)


CON AMY WINEHOUSE-I HEARD IT THROUGH THE GRAPEVINE

Magnífica canción de Marvin Gaye que la chica ésta destroza un poco, pero tenía que incluir el vídeo por lo insólito del dúo



PAUL WELLER-COLD MOMENTS (2008)

Como no podía ser menos, termino con una canción de su último disco, "22 Dreams" que recomiendo

lunes, 25 de enero de 2010

La burbuja de los tulipanes

Inicio aquí una serie sobre burbujas famosas sacadas del libro “de los tulipanes a Internet o cómo moverse en mercados inestables”, de Miguel Forteza Garau, editado por Self Trade-DAB. Serán resúmenes con el objeto de ser breve, no como en la entrada anterior.

Holanda, 1630. Sin amenaza española y con la Europa Central en la Guerra de los Treinta Años, el precio de la vivienda disparado (suena familiar) y los holandeses cada vez más ricos.

Como objeto de ostentación se pusieron de moda los tulipanes (el equivalente a un osito de Tous). Como curiosidad, decir que tulipán significa turbante en turco, país de donde proviene dicha flor. Surgieron coleccionistas.

El mercado del tulipán era veraniego, con los bulbos fuera de la tierra pero se las ingeniaron para mantenerlo activo todo el año, desarrollando un mercado de futuros en invierno (si casi todo está inventado). Este mercado forward funcionaba así: un vendedor prometía entregar un bulbo en primavera y el comprador adquiría el derecho de entrega, derecho que era negociable y, por lo tanto, sometido a fluctuaciones.

Por esas fechas, el salario anual medio en Holanda era de 200/400 florines, una vivienda pequeña en la ciudad estaba por los 300.

De pronto, con la moda, la gente se volvió loca. Todos querían tulipanes. Los que compraron la variedad Croenen, por ejemplo, a 20 los vendían a 1.200, el sueldo de cinco años. Es decir, el chollo típico. Daba igual el precio, siempre aparecía un pichón que pagaba más. Como aquí con las casas hace muy poco tiempo. Todo el mundo estaba en el mercado, carpinteros, zapateros (coñas aparte), en fin, todas las clases sociales. Suena a la leyenda urbana de la anterior entrada.

Según los precios de entonces, con 2.500 florines se podían comprar 50 toneladas de cebada, 25 de trigo, cuatro bueyes gordos, ocho cerdos gordos, doce ovejas gordas, dos cubas de vino, cuatro toneles de cerveza, dos toneladas de mantequilla, tres de queso, una cama, un guardarropa y una jarra de plata. Todo eso era lo que valía un bulbo que ni siquiera daba dividendos.

En febrero de 1637 se impuso la cordura. Con la primavera cerca, se corrió el rumor de que no había compradores suficientes y el mercado se derrumbó. Los incumplimientos de los futuros se sucedieron y, como siempre, el pequeño ahorrador pagó los platos rotos ya que muchos se habían endeudado, hasta hipotecaron sus casas para obtener una ganancia rápida y “segura”.

Por el contrario, los grandes mercaderes pudieron remontar las pérdidas y los coleccionistas, que se habían salido cuando empezó la locura, volvieron a entrar con precios muy interesantes.

El gran economista austriaco Schumpeter observó que las manías especulativas suelen aparecer con el nacimiento de una nueva industria o tecnología (nuevos paradigmas), cuando la gente sobrevalora las ganancias potenciales.

Quién sabe, quizá los especuladores de 1630 estaban anticipando el desarrollo de la floricultura holandesa, hoy la más importante del mundo.

domingo, 24 de enero de 2010

Patrón Oro, ¡vuelve, por mis niños!

De una forma sencilla, el patrón oro es un sistema financiero basado, básicamente, en unas reservas de oro que marcan la cantidad de dinero en circulación. En realidad se trata de que una riqueza tangible, física, respalde la moneda de un país. Al fin y al cabo, la moneda no deja de ser un concepto fiduciario, que por convenio se establece que un billete de cinco euros valga exactamente eso. Con este sistema, los desequilibrios coyunturales se corrigen de forma automática. Lo de elegir el oro es simplemente porque no se pude falsificar con facilidad, es divisible y sobre todo, es duradero.


La Primera Guerra Mundial fue el inicio del fin del patrón oro pero el golpe definitivo vino con la Gran Depresión. Por esas fechas Estados Unidos pasaba por una crisis económica que, si bien no era grave, motivó a la FED a darle a la máquina de los billetes, sin respaldo real de sus reservas de oro y bajar así los tipos de interés. Había nacido el intervencionismo, al menos la concepción moderna del mismo, y esta vez para quedarse. El caso es que había dinero para aburrir que fue a los mercados financieros y con un dinero casi regalado, los activos reales pasaron a convertirse en activos baratos. Por ello las bolsas subieron hasta límites desconocidos. Los expertos decían que era normal, que la Economía pasaba por un momento envidiable pero lamentablemente no era cierto. La burbuja financiera que se estaba creando era de dimensiones también desconocidas hasta entonces. En 1929, ya se sabe, a freir espárragos. Una leyenda urbana dice que el patriarca de los Kennedy (también se dice que fue otro), el día anterior al pinchazo de la burbuja, se estaba limpiando los zapatos con el limpiabotas habitual cuando éste le preguntó en qué valores invertir porque un amigo suyo se estaba forrando en la Bolsa y eso hizo que vendiera todas sus acciones inmediatamente librándose así de la ruina. Se dice que comentó: “cuando hasta un limpiabotas piensa en meterse en Bolsa, es que estamos todos locos y el mercado a punto de estallar”. Yo no me lo creo pero como ejemplo es bastante gráfico.

Lo anterior es asombrosamente parecido con lo ocurrido durante la década pasada. Próximamente pondré algunas entradas sobre burbujas históricas.

La actual crisis se habría evitado de no tener el sistema monetario monopolizado por los bancos centrales. Estos tienen la facultad de emitir la cantidad de moneda que les dé la gana y ello hace que decisiones políticas y de oportunidad decidan cuánto dinero se pone en circulación, independientemente de la riqueza real.

Así, durante la década pasada los tipos de interés fueron artificialmente bajos por decisión de la Fed (Greenspan) y del BCE (Duisemberg), con la aprobación del BoE (Banco de Inglaterra) y del BoJ (Banco Central japonés).

Con el estallido de la burbuja tecnológica (burbujas, siempre burbujas), en EE.UU. los tipos pasaron del 6,5% al 1% en treinta meses (diciembre 2000 a junio 2003). Esta medida se tomada por Greenspan, convencido por, entre otros, el actual Gobernador de la FED, Ben Bernanke sobre las bondades de crear una burbuja inmobiliaria para que las familias tuvieran sensación de riqueza. De ahí le viene el mote de “Helicóptero Bernanke” porque dijo en su momento: “esto se arregla sobrevolando Wall Street en helicóptero y soltar sobre él sacos y sacos de dólares”.

La forma de crear dicha burbuja fue anegar de liquidez al sistema, lo cual tuvo varios efectos. Uno aparentemente positivo, que es precisamente el buscado, como es el crecimiento que han tenido las economías mundiales en estos años pero como todo en la vida, nada funciona de manera estanca y los “daños colaterales” siempre están ahí para recordarnos que no hay atajos o, al menos, que todo tiene un coste.

Entre los daños colaterales está el irracional comportamiento de empresas y bancos ante los ríos de dinero que vagaban por los balances buscando algo que hacer con ellos. Los bancos empezaron a dar préstamos hipotecarios basados en que los activos inmobiliarios iban a subir sin cesar o, al menos, no caer, por lo que cada préstamo estaría sobrecolateralizado por la vivienda (la garantía valdría cada vez más que la deuda) y por ello daban hasta el 110%. Nunca hasta entonces había circulado tanto cochazo pagado a treinta años. El ejemplo típico era el Cayenne. Ahora hay cientos de segunda mano. Esto hacía que las viviendas siguieran subiendo al crearse una demanda inexistente anteriormente.

Mientras tanto, el gobierno Clinton, de nuevo interviniendo, obligó por ley a que todo el mundo tuviera derecho a tener vivienda aunque no la pudiera pagar y para ello utilizó las dos grandes agencias públicas que nunca debieron existir, hoy lógicamente quebradas, como son Freddie Mac y Fannie Mae, para que garantizaran las hipotecas concedidas a más que seguros morosos. Habían nacido las hipotecas subprime. Genial.

Otro efecto perverso de un panorama macro totalmente artificial y engañoso es que la diferencia entre los tipos a corto y largo hace que las empresas y bancos se hayan endeudado a corto (tipos bajos) para invertir a largo (tipos más altos). Es decir, que me endeudo a corto en los mercados financieros e invierto a largo concediendo hipotecas. El problema es que el vencimiento de las deudas a corto llega mucho antes que los principales prestados y obliga a renegociar, a endeudarse para pagar dichos vencimientos. Lo que se viene en denominar el roll over, o rolo, como se dice por aquí. En cuanto se ha cortado el crédito, ya se sabe, a los leones.

Pero la Banca, como la Policía, no es tonta y ya se había librado de parte del riesgo de sus balances empaquetando préstamos para titulizarlos, es decir, emitir deuda (títulos) con la garantía de los flujos generados por dichos préstamos, con lo cual el riesgo estaba repartido por todo el mundo. Esos activos perdieron gran parte de su valor y con ello el activo de los balances de las compañías que los habían adquirido pasaron a estar sobrevalorados y ya se sabe, si el activo es menor que las deudas= quiebra técnica.

Al mismo tiempo, los bancos empezaron a mosquearse con el aumento de la posibilidad de impagos y se crearon unas pólizas de seguro que cubrieran esto que se llamaron CDS (Crédit Default Swap).  Warren Buffet calificó hace unos años a esos instrumentos de "armas de destrucción masiva" pero no se le hizo caso.  Por cierto, grandes aseguradoras de bonos como AIG y otras “monoline” han quebrado, por supuesto. lo que implica que muchos bonos emitidos con garantía han perdido ésta y se han convertido en bonos  de una más que dudosa solvencia. Más problemas para los tenedores de los bonos. Ahora se llaman bonos tóxicos.  Estas aseguradoras siguen vivas porque las mantienen, igual que muchos bancos porque son “too big to fail”. La pena para algunos trabajadores de Lehman Brothers es que eso se decidió después de dejar caer a este banco.

El caso es que el sistema financiero estaba en el filo de la navaja ya que se había actuado de manera no ortodoxa debido a todo lo ya contado y lo peor es que pocos eran conscientes de la situación. El impago de las primeras hipotecas subprime encendió la mecha.

Todos sabíamos que la cosa estaba mal pero no éramos conscientes de la dimensión real del problema gracias, entre otros, a quienes por cierto han salido de rositas y que no son otros que las agencias de calificación. Standard & Poor’s, Moodys, Fitch IBCA.

Estas agencias se encargan de establecer el riesgo de impago de una entidad mediante lo que se conoce como rating. Para demostrar su buen hacer, AIG presumía de una calificación AAA, la de mayor solvencia cuando fue rebajada a AA+, es decir, un escalón menos por el incremento de sus provisiones pero nada preocupante, de hecho se dejó con perspectiva estable, es decir, que no se preveía futuras rebajas. Al poco tiempo suspendió pagos y quebró. Espectacular. Con Bearn Sterns y Lehman Brothers pasó algo parecido.

Ya voy llegando a lo que pretendía con el título.

Las autoridades financieras no hicieron sus deberes de supervisión, es más, fueron o colaboradores necesarios o incompetentes de dimensiones zapaterinas. Y no sería por falta de competencias y/o de poder porque si hay un mercado intervenido y regulado hasta la asfixia, ese es el mercado financiero.

Tanta regulación e intervención sólo han servido para desequilibrar de forma incontrolada un sistema financiero sin el cual nada es viable, por eso es tan importante que se vuelva al patrón oro, si se quiere algo más sofisticado que el que había pero que se autolimite por la riqueza real y que las burbujas sólo se puedan producir en bienes concretos que no dañen ni contaminen al resto de la economía.

Y que todavía haya idiotas que pregonen que todo es culpa del neoliberalismo, como si supieran lo que es, que la ausencia de regulación, que el capitalismo salvaje (el comunismo es bondadoso, claro) que si los yanquis. Sólo falta lo de Aznar y la guerra inmoral, ilegal ye ilegítima de Iraq Y lo peor es que los socialistas de todos los partidos que mencionaba en la anterior entrada, asienten con la cabeza como los perritos de los coches.

A ver si soy capaz de poner alguna imagen que haga más llevadero este ladrillo.

viernes, 22 de enero de 2010

El tonto útil

Llevaba tiempo pensando (sí, ya sé, pero es que a veces lo hago) en la causa por la que este país podía ser gobernado por unos indigentes intelectuales que, como decía mi abuela de algunos, "son tontos de asomarse al balcón", es decir, que además de no ser conscientes de su estulticia, encima presumían de lo listos que eran. Pero la cosa se complica cuando compruebas que además pueden cometer las mayores arbitrariedades, las fechorías más infames, sumir a este país en una ciénaga de indignidad y quedar impunes.

También me estrujaba el magín intentando averiguar cómo era posible que hubiera quien apoyara e incluso defendiera con ardor semejante muestrario de gaznápiros, a cual más patético. La sorpresa se vuelve mayúscula cuando quien ésto hace es una persona con formación universitaria. Y no es poco común, al contrario.

Me barruntaba que podría ser por tradición familiar, obcecación, todo contra los fachas y demás eslóganes de la izquierda de toda la vida, progres setenteros, en fin, gente que, siendo conscientes de lo que hay, defienden a los suyos por encima de todo. Consecuencias de una Guerra Civil, me decía ingenuamente.

Después de unos cuantos libros y de años de observación, una de las conclusiones a las que he llegado es que la izquierda es sectaria por definición. Vale, está claro, pero ¿qué hace que una persona con formación, es decir, que ha tenido que leer y pensar un poco al menos, elija ser sectario?. Sólo se me ocurren dos razones.

Una es que lo hace por interés material porque, ¿cómo se entiende si no que, por ejemplo, el Grupo Prisa defienda postulados que chirrían sólo con plantearlos?. Hay que tener en cuenta que el nivel de la gente que allí trabaja suele ser elevado, al menos en lo que a currículum se refiere. Tampoco olvidemos de dónde vienen tanto su fundador como el que ahora ha llevado a la ruina a dicho Grupo (quizá sea su única buena obra, esa OPA a Sogecable fue genial, ni el mismísimo Aznar lo habría hecho mejor). Como el ser humano es como es, parece comprensible y triste al tiempo, pero no carente de lógica en todo caso, que alguien pueda vender su independencia por dinero. De hecho es lo normal en estos tiempos. Lo contrario sale caro.

La segunda es que realmente se cree en lo que se defiende, por muy evidente que sea lo errado de lo defendido. Esto hace que, al igual que el “vendido”, el “tonto útil” que da título a la entrada retuerce el argumento más allá de lo intelectualmente honesto  pero, a diferencia del anterior, se indigna si le contradices porque estás atacando la verdad absoluta, la suya.

En los últimos años se ha creado una especie de casta que se podría incluir en un tercer grupo que en realidad sería un híbrido de los dos primeros, como son los ya conocidos como artistas de la ceja, algunos carentes de talento (los del primer grupo) y otros con él por arrobas (los del segundo grupo). Forman una especie aparte por la notoriedad que han adquirido. Y no sólo aquí, en todo el mundo, al menos occidental, ocurre algo parecido. Quizá algo más en España pero puede que me lo parezca porque lo sufro directamente. Por ahí fuera nos encontramos con cantidad de escritores, cantantes y actores (incluyo cualquier género, no se moleste nadie, pero es que el castellano permite generalizar en masculino) que, si bien están dotados de un talento relevante para lo suyo, parece que por alguna razón saben más que el resto sobre política, derecho, economía y, sobre todo, ética. Y pensar que muchos lo escribirían con hache...

En cualquier caso, ambos tienen la suerte de contar con el arma definitiva ante la cual no hay defensa posible según su escaso entender, y no es otra que la palabra “fascista”. Menudo chollo. Si discutes más allá de trivialidades, eres un fascista. Si ETA, autodefinida como marxista-leninista, extorsiona y asesina, resulta que son unos fascistas. Las dictaduras de izquierdas, casualmente las más sanguinarias y por ello duraderas, son calificadas de experiencias democráticas o de lucha por la libertad del pueblo.

Sólo encuentro una palabra que explique esta última razón: ignorancia (bien es cierto que con ayuda de otras cualidades más próximas a la idiocia).

Ignorancia, sí, cómo si no explicar que haya muchos jóvenes y otros no tanto e incluso puretas, luciendo orgullosos la imagen de ese asesino compulsivo llamado el Ché, idealizando el Comunismo y/o el Socialismo como máximo exponente de la lucha por la libertad y creerse con derecho a repartir carnets de demócratas al resto de la humanidad.

Sé que no son todos y que yo no poseo la verdad universal ni absoluta pero es que discutir sobre matices o enfoques es interesante y enriquecedor. El problema es cuando lo que se discute es si hoy es viernes o no. Es imposible. A modo de ejemplo, recientemente discutí con alguien a quien considero inteligente sobre el bluf Obama y lo errado del proyecto para la Sanidad en EE.UU. y la única respuesta que recibo es "pues a mí me parece muy bien" después de reconocer que desconoce totalmente el actual sistema sanitario estadounidense.

Pues eso, que estaba yo en esas cuando, leyendo uno de los diarios digitales que consulto todas las mañanas, (http://www.libertaddigital.com/) me he cruzado con un artículo titulado precisamente "La Ignorancia" de un escritor a quien admiro, Horacio Vázquez-Rial (http://www.vazquezrial.com/), en el que, con su estilo directo y concreto que tanto me gusta, da una explicación que me parece interesante y que de paso pone palabras a mis pensamientos.

Recomiendo su lectura:
http://revista.libertaddigital.com/la-ignorancia-1276237380.html

En todo caso, no hay más tonto útil que el que se deja querer con los piropos que le llegan desde sus enemigos. ¿Verdad, Alberto?.

Como dijo Hayek, "socialistas de todos los partidos..."

Si a alguien le ha parecido ofensivo, prepotente, cretino o cualquier otra cosa lo aquí escrito, no le pido disculpas puesto que no era mi intención serlo. En todo caso, los insultos son bienvenidos e inútiles a partes iguales.

PD.: He editado esta entrada para reescribirla ya que, dada mi costumbre de actuar directamente en el blog según me salen las palabras y tras leerla completa, he visto varios párrafos en los que estaba cayendo en lo mismo que criticaba. Dicho lo cual, me autoproclamo socio del Club de los Tontos Útiles aunque intentaré borrarme a la mayor brevedad posible.


lunes, 4 de enero de 2010

Reflexiones de Repronto

He descubierto recientemente un blog que me parece interesante.

Como se dice en el propio blog, el Dr. Repronto (Dr. Sudden), en su laboratorio de video en A.C.R.O.N.Y.M., hace un profundo análisis de la cultura pop.

Raúl Minchinela es un ingeniero industrial, realizador informático y articulista que durante algunos años (2000-2004) escribió una columna titulada "Enamorado de mi módem juvenil" en el "webzine" Contracultura. Pionero en el análisis cultural desde la red. Me parece muy interesante e imagino que si lo he llegado a descubrir es que ha empezado a hacerse popular y por lo tanto su frescura desaparecerá (los de siempre dirán que por el calentamiento global). Lo disfrutaré mientras dure.

En todos los vídeos de dice la palabra "repronto". Los monólogos no llegan al nivel de mis admiradísimos Les Luthiers pero van en la misma línea en cuanto a ingenio y buen gusto se refiere.

Por ejemplo, el capítulo uno, dedicado a la pornografía (subtitulado al inglés, sepa Dios por qué):




Este otro vídeo va sobre la corrección política y gracias al cuál he sabido qué era un "comesandías" y qué es realmente el bueno de Pluto:



Este es una interesante disertación sobre la tecnología (ya lo comentaré con el main reader de este solitario blog)




Para terminar, una interesante sobre el sentido de la Navidad: