lunes, 26 de abril de 2010

Filípides

La que lió el bueno del griego allá por el 490 a.C. Al menos pagó caro haber inventado una carrera que es un suplicio para los tontos que corremos sin tener a la policía detrás ni un autobús que alcanzar.

La Maratón de Madrid se celebró ayer. Para los cobardes, incapaces, sensatos (subráyese lo que proceda) se organizó una de diez kilómetros

El recorrido, muy bonito. Castellana arriba, Castellana abajo previo rodeo al Bernabéu y final en el Retiro. Un detalle que va a convertir a esta carrera en un "must" es que la segunda mitad es cuesta abajo (salvo los últimos metros que van de Colón a Serrano por Jorge Juan y de la Puerta de Alcalá a Menéndez Pelayo) y eso hace que todo sea mucho más fácil.

Un gustazo de carrera sobre todo por la compañía. Pepe, corres demasiado, deberías frenar un poco que es de mala educación dar la espalda. Esos 50 minutos están mejor que bien. Aunque con liebres del calibre como la que te buscaste, cualquiera. Como yo sólo podía seguir a las jóvenes promesas del Club de Atletismo del Inserso, preferí no humillarme y correr solo.

Unos pocos datos:

59' 09'' según el reloj de meta y 55'40'' descontada la pérdida de tiempo de la salida por la masificación. La próxima vez me pinto de negro y me pongo en primera fila.

Puesto: 1.705 de 2.330 (hombres) y 294 de 426 (categoría por edad)

Velocidad: 10,78 km/h, es decir, 5,33 minutos/km, lo que está peor de lo que creía que iba a hacer.


Conclusiones:

-Hay una enorme diferencia entre correr con máquina en el gimnasio a correr en la calle. No es bueno hacerlo porque tienes muchas sensaciones erróneas. Para dar un idea, he estado corriendo varios días a un ritmo de 3'55'' según la máquina y a la vista está que ni de coña, que diría el clásico.

-No soy capaz de variar el ritmo ( a más, claro). En esta carrera hacían registros parciales en el km.4 para comparar y sólo he sido capaz de pasar de 5,50 min/km (10,28km/h) hasta el km.4, a 5,13 min/km (11,14km/h) los seis siguientes, cuando estos últimos eran cuesta abajo. Si comparo con los otros del grupo, apenas aceleré.



La próxima: Liberty
Objetivo: Llegar y si es por debajo de 50', será por casualidad...o por gases.

En este vídeo, allá por el minuto 59'09'' se me ve llegar por el lado izquierdo de la pantalla. Muy indigno no llego, podría haber seguido unos centímetros más sin desmayarme.

http://www.corriendovoy.com/video.php?id=181&video=13045


domingo, 18 de abril de 2010

El Capitán Benjamín Bonneville

Érase una vez un francés de finales del siglo XVIII que emigró a EE.UU y se hizo militar. Aventurero como era, un Condado, varias escuelas y algún accidente geográfico adoptaron su nombre, entre éstos últimos un lago salado en el estado de Utah.

Las características de dicho lago eran idóneas para las pruebas de velocidad y allá por 1956, Johnny Allen batió el récord con un registro de 214,5 mph (>340 kmh) con una Tiger T110 de 650 cc. En 1959, añadiendo un carburador a la moto del récord y preparando algo el motor, nació la más famosa y, en mi opinión, más bonita  Triumph hasta hoy, la T120, más conocida por Bonneville (Bonnie para los amigos) como homenaje al lugar donde se logró la hazaña. Aquí acaba la participación del Capitán en este relato.

Esta moto ha sido incluida en quinto lugar en la lista de las diez mejores motos de la Historia por el prograna "Greatest Ever" de Discovery Channel. La clasificación quedó así (vaya por delante que no comparto algunas de las motos ni el orden de la lista): 

1.- Honda CUB
2.- Ducati 916
3.- Honda CB 750
4.- Y2K
5.-Triumph Bonneville T100
6.- Britten V1000
7.- Brough Superior SS 8
8.- Vespa
9.- Moto Guzzi V8 (1955)
10.- Harley Davidson Knucklehead

Un vídeo sobre la Bonnie y algunas apariciones en el cine con motivo de la edición 50 anivesario:



Tras la introducción, paso a escribir sobre una Bonnie en concreto.

Érase una vez que, estando zascandileando por internet en los albores de 2004,  tropecé con un anuncio que me dejó tan hipnotizado como cuando vi el de Motocrá anunciando un curso en Soto del Real con Mick Andrews en septiembre de 2002. Si por "culpa" del primero compré una 348 Trail para poder asistir al curso y comprobar que Mick Andrews no era sólo una moto, en esta segunda ocasión me supuso un viaje a Pamplona y volver con una Bonnie T140E y con unos pocos euros menos (bendita globalización: un moto fabricada en Inglaterra, con matrícula de Barcelona y residente en Pamplona, para acabar en Madrid).

La E del modelo hace referencia al cumplimiento de las, cada vez más exigentes, normas de emisión de gases gracias a los carburadores modificados Amal MKII concéntricos (Julián los reconoció nada más verlos) y una ignición Lucas (Lord of the Dark, como es conocida esa marca de lo mala que es).

Dicen que la T120 se llamaba así porque alcanzaba las 120 mph. No llegaba pero sí a 110 mph. Doy fe que la T140 ni se acerca a esa velocidad porque se desintegraría a los cien metros, tal es su capacidad de vibración. Como curiosidad, diré que cuando llevas montando seguido más de diez minutos por encima de los 100 kmh, te entra un cosquilleo allá por la zona del escroto (no es coña) que llega a ser sumamente molesto y obliga a reducir y hasta a parar. Lamento lo poco elegante del asunto pero es así. En cualquier caso, es mucho más placentero circular con ella a velocidades relajadas disfrutando del paseo con una posición comodísima (pero no mucho más que la de la Impala, curiosamente). Sólo falta escuchar "Born to be wild" para cerrar el círculo. En EE.UU., los que querían diferenciarse con elegancia de los Harlistas, se hacían con una Bonnie. Bien por ellos.

Ayer sábado tuve la suerte de que Julián la devolviera a la vida como muy bien cuenta aquí . Me asombra la facilidad con que le mete mano a una moto que no conoce. Supongo que cada uno tiene la habilidad que tiene. Yo, por ejemplo, hago unos espaguetis muy ricos :-)

El caso es que sólo volverla a oír después de casi cuatro años descansando bajo una funda en un garaje ha sido una delicia.

Unas fotillos de la moto, cortesía de la fastuosa cámara del HTC. La moto no es selenita, sólo lo parece.

Las alforjas se las puse en su momento porque son necesarias para hacer algún viaje que otro. Pero sí, Julián, reconozco que está mejor sin ellas.
Vista por el lado izquierdo
Esta foto me gusta porque se adivina la preciosa Norton Commando que descansa bajo su funda a la espera del día en que se dé una vuelta con su compatriota y al fondo el chasis de la Tambores Grandes.
Esta última es una mala foto pero también una alegoría de su Parkinson galopante.

A falta de vídeos propios, uno sobre la T140E. Sólo se diferencia en el color: