lunes, 17 de mayo de 2010

El valor de una X

Para un romano, vale 10. Para un adolescente en celo, pues eso, un calentón.  Para un bultaquista, el segundo nombre de D. Paco. Pero para una persona necesitada, puede significar infinitamente más.

Por eso y por otras razones, pondré una X en la casilla correspondiente a la Iglesia Católica en la declaración del IRPF.

Lo llevo haciendo desde siempre pero este año, debido a la situación por la que atravesamos, me he molestado en saber qué labor distinta de la meramente pastoral realiza la Iglesia en España.

Los datos más recientes que he encontrado corresponden a 2005, por lo que las cifras serán ahora mucho mayores, especialmente en lo relativo a centros de caridad, dada la que está cayendo.






La Iglesia católica dirige en España 4.492 centros sociales y de caridad, entre los que se encuentran casas para enfermos crónicos, asilos para ancianos, hospicios y clínicas. En ellos se atiende a casi 1.900.000 personas al año. Cuenta además con 84 hospitales; 69 ambulatorios y dispensarios; casi 900 hogares para ancianos, enfermos crónicos y discapacitados; 259 orfanatos de los que se benefician más de 26.000 niños y 151 consultorios familiares. Se trata de una gigantesca obra en la que están involucrados miles de sacerdotes, religiosas y laicos voluntarios".


Es decir, cerca de 1,9 millones de personas, lo que significa que hoy estamos muy por encima de dos millones los que reciben asistencia por parte de la Iglesia. Además, tienen una labor relevante en lo que a empleo se refiere (artículo de La Razón). Ya quisiera el INEM acercarse sólo un poco a sus resultados.

La alternativa a poner la X en la casilla de la Iglesia es no ponerla o hacerlo en la de las ONG's, también llamada "Otros fines de interés social".

¿Por qué me siento obligado moralmente a poner la X en la primera casilla?. Por dos razones principalmente, aunque haya más:

-¿Otros fines de interés Social?. Seguro que los hay, pero no de MÁS interés.

-No sé de ninguna ONG que dé de comer y atienda de forma regular y digna a tanta gente y, además, sin fugas de dinero por razones de índole administrativa, salarios y demás gastos estructurales.

Si bien la institución tiene imperfecciones, como toda actividad humana, no es menos cierto que la labor es, además de absolutamente encomiable, muy eficiente. Como nadie se libra de las miserias humanas, ésto no debería ser un hecho diferencial negativo respecto a otras organizaciones.

Y todo eso con el simple gesto de hacer una cruz (y nunca mejor dicho) en el sitio indicado. No soy capaz de no hacerlo (perdón por la sintaxis).

Por supuesto, hablo de mí. Lo que los demás hagan, bien hecho está.

No está muy de moda ser creyente o, al menos, decirlo, pero en este caso no va por ahí esta entrada. Sólo es una reflexión escrita según surgía. No sé qué me ha impulsado a escribirla pero me apetecía. Si se consigue una X más, eso que se lleva alguien.

4 comentarios:

  1. Yo también pongo y volveré a poner la "X" en la casilla. Los datos que aportas son clarificadores y lamentablemente poco conocidos. Tan solo un ejemplo más: la ayuda del gobierno español en el maremoto del sudeste asiático fué de 5 millones de euros; tan solo Cáritas ya aportó !7 millones¡. La Iglesia retorna con creces la aportación que recibe del Estado.
    Pese a los errores que puedan cometer, nadie ha hecho ni hace tanto por los menos favorecidos.
    En cuanto a las ONG, si bien suponen una ayuda no despreciable, son un medio de vida para sus promotores y no son, como mucha gente cree, una especie de misioneros laicos.
    Creo que has acertado con tu entrada, porque esta "X", independientemente de las creencias de cada uno, es la mejor forma de que se ayude a los más necesitados.

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  2. Gracias por la aportación, Fernando, no conocía el dato.

    Lo normal es que pongan la X los creyentes. La idea es ampliar el número de X con el argumento de que, además, es una forma de optimizar la ayuda.

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  3. Pues con este que suscribe, seremos tres X. Que eso sí que era un calentón completo, creo recordar.

    Mis argumentos son simples: pura eficiencia. Conozco misioneros que han estado en muchos países del mundo (incluyendo el nuestro), y me parece difícil encontrar gente más profesional, más volcada y más seria que ellos.

    Cuando el administrador cree que no se juega un sueldo sino algo mucho más importante, las garantías son mayores. Dicho esto sin el más mínimo desprecio por otras instituciones que hacen un buen trabajo. Pero nunca tan óptimo en términos de coste/rendimiento como el de la Iglesia Católica. Las cosas como son.

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  4. Además de una estupenda cerveza mexicana las tres equis equivalían a gripaje.

    Una pena que los prejuicios impidan a muchos hacer lo más eficiente, pero somos como somos.

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Creo que sólo caben 330 caracteres. ¿Podría ser otra cifra?. No sé cómo ampliar la capacidad. Si algún día lo descubro, lo haré, lo prometo.