martes, 2 de noviembre de 2010

De cómo Churchil, Chamberlain y Scarlatta O'Hara tienen que ver y mucho

Como comentaba en la anterior entrada, vamos hacia un precipicio llamado inflación. Esto no sería tan dramático de no ser porque es una de las dos patas sobre las que se sustenta la temible "estanflación". Ese palabro castellanizado (stagflation), se refiere al indeseable estado de una economía en la que no se crece y, a pesar de ello, los precios siguen subiendo, es decir, estancamiento con inflación o lo que es lo mismo pero más gráfico, paro con inflación. Y esto da más miedo que la deflación.

Así como durante más de diez años entramos en lo que Greenspan denominó como círculo virtuoso con crecimiento sostenido que motivó que prestigiosos economistas (entre ellos dos premios Nobel que aún hoy andan dando consejos) proclamaron el fin de los ciclos económicos, ahora estamos en lo contrario, en un círculo vicioso. Lo normal sería que con una tasa de desempleo elevada, el consumo fuera tan reducido como para no provocar incrementos en los precios de los bienes y servicios.

Mañana la FED va a anunciar nuevas inyecciones de liquidez en vena. Las estimaciones van por 500.000 millones de dólares en seis meses. Es decir, más de 358.000 millones de euros al cambio de ahora mismo (1,3940). Por si no es suficientemente elocuente esta cifra, son 59,7 BILLONES de pesetas, pero billones de los nuestros, es decir, con doce ceros, millones de millones, no como los "billions" anglosajones que son miles de millones, nueve ceros.Hay que tener en cuenta que ya ha inyectado cerca dos billones (de los nuestros) en la economía. Por cierto, ayer vi una publicidad de una campaña contra el hambre, www.1billionhungry.com y una tertuliana, de esas que conocen de cualquier tema, dijo que hay un billón de personas pasando hambre. Aún quedan novecientos noventa y tres mil millones de seres humanos (nacidos, aclaración para Bibiana) para llegar a la cifra de la pobre enterada. 

Es ahora cuando los protagonistas del absurdo título entran en juego. Esto ha sido producto de divaguear (término más propio de J.L.Coll y su célebre diccionario) más de lo debido.

Pues bien, la política que se está siguiendo es, en mi opinión, del mismo jaez que la que siguió Chamberlain con Hitler allá por los años treinta, cuando presumía haber traído la paz a base de innumerables concesiones. Pero mucho me temo que lo que probablemente pase sea merecedor de lo que Churchill le dijo cuando los nazis invadieron Polonia: "cambió paz por honra y ahora no tiene ni paz ni honra". Con los nubarrones divisándose en el horizonte, Scarlatta sólo es capaz de decir: "ya pensaré algo mañana".

Para terminar, que me está quedando demasiado largo, como siempre, ese dejar los problemas para que lo arreglen otros y ese pérdida de dignidad a cambio de nada me trae a la mente a alguien que está negociando algo, que diría Gila.

En fin, que tenemos lo que merecemos. 


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Creo que sólo caben 330 caracteres. ¿Podría ser otra cifra?. No sé cómo ampliar la capacidad. Si algún día lo descubro, lo haré, lo prometo.