domingo, 11 de mayo de 2014

No aprendemos. Seguimos tropezando.

Esta entrada acabará siendo, si nadie lo remedia, el prólogo de una nueva en la serie "Burbujas" de este blog. De hecho, debo una por la burbuja de hiperinflación de activos que hemos vivido recientemente y seguiremos sufriendo durante una temporada, me temo que larga, porque sospecho que se va a reeditar por lo que escribo a continuación.

En numerosas entradas anteriores, comentaba que mantener los tipos de interés artificialmente bajos no es una buena idea, es más, es una pésima idea.

Yo creía, ingenuo que es uno, que la actual crisis iba a servir de catarsis y que, incluso, podría  ser una excusa perfecta para plantear seriamente volver al patrón oro.

Los bancos centrales se han convertido en el cáncer de la economía mundial. La FED y el BCE no hacen sino repetir los errores. En realidad no es que los repitan, simplemente se mantienen "herrados". La hache viene a cuento porque actúan como burros.

Quizá no sean exactamente una panda de jumentos, como desearía que fueran porque en ese caso bastaría con cambiar a los pollinos, sino que se han convertido en una herramienta excelente para tener el poder por parte de la casta política.

En un principio y como mal menor, un tonto bienintencionado puede pensar que sirvió para superar la burbuja de las punto.com y, posteriormente, para salvar al sistema financiero internacional pero la realidad es que se ha enquistado.

La huída hacia adelante que siguen manteniendo los bancos centrales no va a conseguir otra cosa que hiperinflación porque el dinero vale mucho menos que su facial.

El rescate de según qué bancos (en función de su tamaño y grado de "pringue") puede verse como inevitable además de imprescindible, pero lo que se ha conseguido al meter en los balances de los menos enfermos los de los deshauciados ha sido empeorar la situación. Muchas Cajas en estado terminal (sí, las dirigidas por políticos y sindicalistas, para que luego hablen de neoliberalismo y capitalismo salvaje) han sido metidas por la fuerza en los libros de los bancos más ortodoxos (que aunque tampoco han hecho las cosas bien, no tiene punto de comparación). Es como si para curarnos de una anemia nos transfunden sangre de un enfermo de sida. Por si fuera poco, se crea un "banco malo" (SAREB) para que agrupe los activos más tóxicos y así hacernos trampas en el solitario uy que de paso nos comamos todos el marrón en lugar de los accionistas.

La medidas que, en mi opinión, deberían haberse tomado tienen que ver con sanear los profundos desequilibrios existentes, principalmente el de la deuda elefantiásica que sufrimos y que enlaza con lo que comentaba de la excelente herramienta para los políticos y su statu quo.

Reducir deuda radicalmente, volver al patrón oro y dejar que la liquidez fluya de forma natural, sin intervenciones. Por supuesto, una bajada severa de los impuestos, esas pesadas bolas de plomo que nos han atado a los pies y que nos impiden crecer, como presos que somos.

Pero los dirigentes, cual orquesta del Titanic, siguen a su bola mientras nos hundimos. Por eso pongo este vídeo que se llama "tropezando" y al mismo tiempo la música es despreocupada.

Entradas relacionadas con ésta:

Hiperinflación y Valor del Dinero

Keyness

Patrón Oro

Que dios nos pille confesados.

En fin, hasta pronto, espero.


1 comentario:

  1. Como dijo Platón, el problema de ignorar la política es que termina uno gobernado por malvados.
    Algo habrá que hacer!

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Creo que sólo caben 330 caracteres. ¿Podría ser otra cifra?. No sé cómo ampliar la capacidad. Si algún día lo descubro, lo haré, lo prometo.