martes, 28 de junio de 2016

Ainsi Soit-Il (Así sea) - Louis Chedid

Es una historia un poco absurda aunque creo que nos ha pasado a todos.

Esta canción la escuché a principios de los 80 pero como era en francés y uno era todo lo simple que se le supone con 17 años, no le dí la importancia que merecía en mi imaginario.

Pero lo cierto es que se quedó en alguna arruga del cerebro (si es que tengo más de una) y, pasados los años, la busqué sin éxito (la canción, no la arruga). Me ha pasado también en otros órdenes de la vida.

Hace unos veinte años, escuchando la radio mientras corría, la pusieron pero, como tampoco estás muy atento dado que te concentras en no morir por explosión pulmonar, no me quedé con el nombre de la canción o del cantante.

Recientemente me dio por buscar en google de aquella manera, algo así como "canción francesa que empieza con un helicóptero" ya que era así como la recordaba y... ¡bingo!

Es una canción de 1981 del cantante francés de origen árabe-cristiano-libanés Louis Chedid, nacido en 1948, uno de esos "one hit wonder", aunque en Francia su carrera ha sido muy digna, componiendo también para el cine además de escribir alguna novela. Es hijo del escritor Andrée Chedid y padre de Matthieu Chedid, compositor, cantante, productor, fotógrafo y guitarrista.

Genes artísticos, sin duda.

Imaginaba que la letra no era una banalidad propia del pop y acerté.

Trata sobre la vida y lo hace de una forma original, haciéndolo como si estuviera rodando una película. Como si el guión de nuestras vidas estuviera escrito. De hecho, la primera palabra es "moteurs", que es como en francés dicen eso de "acción" al iniciar a rodar.

Empieza con la "cámara" en un helicóptero en la azotea de tu casa, luz tenue enfocando la cuna.

Luego pasa al patio de un colegio. Primero los juegos, el conejo, la tortuga. Luego, en la adolescencia, los Tres Mosqueteros y las Flores del Mal, de Boudelaire, los poemas que trascedían la trivial realidad, resaltando la belleza y lo sublime. Entiendo que intenta decir que el colegio es donde nos tendrían que enseñar a admirarlo.

El siguiente acto habla del amor, con un gran plano sobre "ella", de las pocas cosas que valen la pena. Es lo que toca a esa edad

En la edad madura, miras atrás y lamentas todo lo que no hiciste pero que ya no tiene remedio.

Por último, la muerte y cómo ésta da paso a otra vida.

En cada estrofa va aumentando el tono. Yo lo interpreto como la ansiedad que nos va entrando al ser conscientes de que el final se va acercando poco a poco.

La película se llama, claro está, "Que así sea". Es decir, que ya que el ciclo de la vida es el que es, aprovecha a hacer algo con ella.

Un descubrimiento tardío pero, como dicen, nunca es tarde si la dicha llega (la versión popular que dice "si la dicha es buena" es una redundancia. La dicha o es buena o no es dicha).

Un tipo interesante. Supongo que tener origen árabe y ser cristiano debe ser un plus.

Me parece magnífica. 


El vídeo de la canción







La letra traducida:


Acción

La acción tiene lugar en tu ciudad
Vista desde el helicóptero en la parte superior de tu edificio
Y a continuación, el zoom de la cámara se acerca, en tu casa
Que así sea, este es el nombre de la película.

Como se dice en el guión
Primer plano en tu cuna
Como se especifica en el script
luz tenue, enfoque suave
Que así sea, este es el nombre de la película.

En la banda sonora, un sonido de campana
El patio de una escuela
Un conejo, una tortuga, tres mosqueteros
Y más tarde, Las flores del mal de Charles Baudelaire.
Que así sea, este es el nombre de la película.

Otra secuencia, otra escena
Primer plano de ella
Tienes razón, el amor vale la pena
La iluminación se va apagando
Que así sea, este es el nombre de la película.

Flashback, miras hacia atrás
Todas las cosas que no hiciste
Se podría desaparecer en el espejo retrovisor
Pero nadie detuvo el proyector.
Que así sea, este es el nombre de la película.

El viajar en un coche fúnebre que pasa
En silencio, sin dejar rastro
Un bebé llorando en la casa de enfrente
Cuando alguien se va, otro ocupa su lugar.
Que así sea, este es el nombre de la película.

A continuación, el zoom de la cámara se aleja
Y te vas en el helicóptero.



La letra en francés:



Moteurs
L'action se déroule dans ta ville
Vue d'hélicoptère ou du haut d'un building
Et puis, la caméra zoom avant
Jusqu'à ton appartement.
Ainsi soit-il, tel est le nom du film.
Comme il est dit dans l'scénario
Gros plan de toi dans ton berceau
Comme il est précisé dans le script
Lumière tamisée, flou artistique.
Ainsi soit-il, tel est le nom du film.
Sur la bande-son, une cloche qui sonne
Fondu enchaîné sur la cour d'une école
Un lièvre, une tortue, trois mousquetaires
Et plus tard, Les Fleurs Du Mal de Charles Baudelaire.
Ainsi soit-il, tel est le nom du film.
Autre séquence, autre scène
Champ-contrechamp, gros plan sur elle
T'as raison, y' a qu' l'amour qui vaille la peine
Demande à l'éclairagiste qu'il éteigne.
Ainsi soit-il, tel est le nom du film.
Flash-back, tu regardes en arrière
Toutes les choses que t'as pas pu faire
Tu voudrais disparaître dans l' rétroviseur
Mais, personne n'a jamais arrêté l' projecteur.
Ainsi soit-il, tel est le nom du film.
Travelling sur un corbillard qui passe
Sans faire de bruit, sans laisser de traces
Un bébé qui pleure dans la maison d'en face
Quand quelqu'un s'en va, un autre prend sa place.
Ainsi soit-il, tel est le nom du film.
Alors, la caméra zoom arrière
Et tu r'montes dans l'hélicoptère.

domingo, 19 de junio de 2016

Impalada 2016 - 2ª parte (sabado y domingo)



SÁBADO - 11 de junio


Habíamos quedado con Pepe a las 7:30 para que llevara el paquete madrileño (con perdón) a casa de Nacho para recoger las motos y salir todos juntos hacia la fábrica de Montesa (bueno, de Honda también pero hoy es el día de la M gótica).

Para variar me despierto tarde por la noche (otros dirían que muy temprano por la mañana) y hago mis abluciones y evitar así atascos en el único baño del apartamento, que este año éramos tres en lista de espera.

Desde el balcón disfruto de la tranquilidad que se respira, sólo rota por el molesto arrastrar de trolleys de los turistas (supongo) que abandonaban la ciudad. Debe de ser una zona que muchos (y muchas, no sea que se enfaden los políticamente inmaduros...o Maduros) eligen para pernoctar cuando visitan Barcelona.

Ese momento de paz facilita reflexionar y pensar con claridad. Pienso en las muchas ganas de montar en la Impala, a pesar del carro de kilómetros que llevábamos ya rodados. No he dicho "montar en moto" sino en la Impala, que, al menos para mí, tiene un componente extra de placer porque esa maravilla tiene algo especial. Es cómoda, manejable, noble, la llevas siempre a todo lo que da y no se queja, es más, parece que está hecha para eso, tienes la sensación de ir muy rápido pero vas a un ritmo perfecto porque te permite viajar disfrutando del paisaje, sabes que no te pasas de la velocidad legal, gasta como un mechero (mi zippo gasta más, de hecho), te da toda la confianza en lo que a mecánica se refiere a poco mantenida que esté... y encima es preciosa. Yo la uso a diario por Madrid y es mejor para ciudad que un escúter, por no hablar de la cantidad de saludos que recibes de la gente en los semáforos (aunque la mayoría sea con el gesto bultaquista :-) ), es decir, consigue romper la frialdad e impersonalismo de una ciudad grande donde la gente ni se mira y, mucho menos, se saluda, hablas con gente con la que jamás hablarías en condiciones normales cuando se te acercan al aparcarla o arrancarla y te dice aquéllo de "yo tuve una igual". Supongo que en Barcelona no pasa esto último por la abundancia de Impalas pero en Madrid sorprende siempre. La probabilidad de ver una Impala en Madrid es mínima pero si tienes la suerte de verla, la probabilidad de que seamos Julián o yo es cercana al 100%.

Sé que no es ortodoxo ni elegante evacuar un párrafo tan largo pero me ha salido del tirón...

Pepe llega puntual. No esperaba otra cosa de él, que la elegancia no se lleva sólo en el porte.

Llegamos a casa de Nacho quien también estaba ya en la puerta del garaje y sacamos las motos. Se escucha un petardeo característico,  más ese día, y aparece el gran Eugeni. Un tío alto y con voz de locutor de radio a quien tengo en mucha estima a pesar de no haber compartido mucho tiempo con él.

Siempre que le veo viene a mi mente la imagen de la Impalada 2012, mi primera, cuando yo circulaba rodeado de hordas impaleras y algo sobrecogido dada mi poca pericia a lomos de la moto en asfalto (bueno, a lomos de la moto en general) y veo cómo me despegan las pegatinas del depósito y después casi lijar un bordillo en una curva que me produjo vértigo porque si llego a ser yo me hubiera estampado contra la primera pared. Luego descubrí que era él.  Admiración desde entonces.


A punto de salir. El más alto es Eugeni (Foto: Fernando)
Partimos hacia la fábrica Montesa. Yo pensaba que íbamos a llegar muy justos de tiempo, porque en principio se salía a las nueve (eso había entendido aunque dada mi capacidad de entendimiento, sepa Dios la hora de salida)


Llegamos pronto. Y yo que creía que íbamos justos de tiempo
Pocas motos cuando llegamos. Sonreí pensando que somos así, que si es cierto que hay diferencias entre los peninsulares, la puntualidad, o su ausencia, no es una de ellas.

Por aquí iban a pasar cienes de Impalas
Ví una mesa preparada con termos de café y leche además de un montón de galletas varias que el MCI, volviendo a demostrar cómo se hacen bien las cosas, puso a nuestra disposición. Aproveché para desayunar, ya que no tuvimos oportunidad hasta ese momento porque estaba todo cerrado.


De pie: Ramón, Julián, Charlie, Fernando, Nacho
Agachados: Pepe y servidor
Faltaba Eugeni, perdido entre la multitud

Pep en su papel de guía con un carenado añorado por alguno
Un dron nos sobrevolaba captando imágenes como la de la cabecera de esta entrada. Se puede ser clásico pero también moderno a la vez. Que se lo digan a Julián.

Antes de partir, una carta muy emotiva de Manolo Maristany, "el quinto impalero" de la Operación Impala, como él mismo se llamaba, en la que hizo de reportero, publicando luego el magnífico libro "Operación Impala". En ella llamaba a la cordura y lo que entendía que debía ser una Impalada, una fiesta de la Impala, regida por las buenas maneras a la hora de rodar. Un enorme y sentido aplauso cerró su lectura.

Primero mandó una a Santi Ruiz avisando de que su final estaba muy cerca y de lo que iba a ser su última Impalada. Reproduzco lo que el Moto Club publicó en Facebook:

El último deseo de Manolo Maristany, Solicitado a Santi Ruiz y para todo el MCI

El viernes de madrugada supimos que nos había dejado Manolo Maristany. Hacía un mes contactó con el MCI para encargarnos lo que él llamaba "mi última impalada". "Ya he procurado que sea una carretera de curvas, ... iremos a Collserola". Mantuvo el humor fino hasta el final: "le he dicho a San Pedro que cuando oiga el petardeo de las Impalas os deje pasar y aparcar dentro gratis". Le dijimos: hombre Manolo quizas a ti te esperan pero si no te sabe mal nosotros nos quedaremos fuera. Hace tres años vino a la Impalada ayudando e hizo el recorrido sobre la furgo escoba, ¡cómo la disfrutó! Hoy le hemos dicho adiós como él quería y como nosotros sabemos hacer, con nuestra moto. 
Nos deja un enorme excursionista que se va con los deberes hechos y la mochila bien llena. Hasta siempre Manolo!


Manolo Maristany
Homenaje MCI

Ya quisiera yo tener su paz y elegancia para irme como él

Total, que finalmente en ese aparente desorden de gente agrupada en corros como antiguamente en la Bolsa, charlando y riendo, se empieza a ordenar la caravana y salimos:

El del casco blanco, quien ésto escribe. (Foto: Toni García)
Al poco de salir, ya en Riells del Fai, en pleno ascenso, la moto tiene un ataque de Parkinson seguido de un baile de San Vito que hace que apriete los esfínteres, especialmente uno y consigo pararme en la tierra a modo de arcén. Miro las ruedas y la trasera estaba desinflada como un atlético en Milán (o en Lisboa, a elegir). Cojonudo, pienso, no sólo se ha terminado la Impalada sino que se la fastidio a los demás.

Detrás mío venían Fernando y Nacho (sí, detrás, pero porque ellos querían, no por conducción) y dejamos la moto en una zona más segura. Intento disimular la mala leche que me estaba entrando y reprimo las blasfemias que se me ocurrían. En ese estado no se suele pensar con claridad pero recuerdo que llevo un reparapinchazos, de esos que no funcionan más que una vez de cada cien y una cámara comprada para el viaje pero los desmontables estaban en el equipaje de Julián, que ya debía estar a varios kilómetros.

Fernando, bendito sea, dice: ¿No lleva Julián un manos libres en el casco? (de ahí lo de ser moderno además de clásico que escribí antes) y le llama.

Aparece el susodicho al cabo de unos minutos y, al verme manipular el bote de "Finilec" (yo lo sigo llamando así, como en los setenta) me suelta un "¡Ni se te ocurra!, mejor intentamos cambiar la cámara".

Se me pasó el cabreo y me relajo al ver que teníamos todo lo necesario para reparar el pinchazo, especialmente la mano de obra cualificada.

La rueda trasera de la Impala lleva un semieje que facilita enormemente el desmontaje:

Fernando empezando a desmontar

Fernando, Julián y la llave especial para desmontar la rueda que lleva consigo que se ve en el suelo.

Fernando es una máquina de combate cambiando cámaras. Si llego a tener que hacerlo yo, aún seguiría allí.

Lo que decía, una máquina

Me acordé del bueno de Maristany y ejercí de reportero. Poco más podía hacer.

La cubierta estaba en muy mal estado una vez sacada pero curiosamente parecía en perfecto estado puesta. Toca cambiar las dos en Madrid.

Unos minutos y varias manos negras después, rueda montada con cámara nueva.



Quedaba el problema del inflado. Menos mal que llevaba (de Julián) una bomba de CO2 y tres bombonas que le dieron la presión necesaria. Comprobamos luego y tenía 2 kg. Perfecto. Se volvió a cumplir una de las frases favoritas de Julián "Dios protege a los imbéciles".

Salimos hacia Viladrau con cierta prisa, pasando por Tona donde nos esperaban el resto del grupo (Pepe, Ramón y Charlie), con paciencia infinita y yo esperando que volviera a pincharse de nuevo o a reventar después de ver el lamentable estado de la cubierta pero no, la moto iba bien.

Llegamos tarde, justo cuando salían todos de la exposición

Esto nos encontramos al llegar. Me quedé sin bocadillo de butifarra :-(
(Foto: Julián)
Esto es lo que habríamos encontrado de no pinchar el idiota que lo hizo
(Foto: Eugeni)

En fin, que todo lo malo sea eso. Santi nos dice que pasemos a tomar algo rápido pero decidimos seguir el consejo de Pep y vamos al restaurante con todos los demás.

Llegamos sin más percances a Sant Vicenç de Montalt, precioso lugar con unas vistas como ésta:

Si la vista del mar siempre es impresionante, para un madrileño, mucho más.

Aspecto del salón

Foto: Nacho

Nuestra mesa. Sólo falta Julián que hacía la foto:

Nacho, Fernando, Pepe, Charlie, Eugeni, Ramón y el de siempre

Los Mosqueimpaleros de Barcelona, con el polo conmemorativo (Pepe está exento de llevarlo por razones de salud :-) )

Impagables

Fernando boicoteando sutilmente y Nacho y Pepe aceptando el saludo, como buenos montesistas que son.

Más detalles, como si llevaran pocos los del MCI:

Un chupete para fomentar el relevo generacional (Foto: Julián)
Pepe, el más beneficiado (de momento) porque tiene a quién enchufárselo

El orgulloso abuelo haciendo acopio de chupetes. Foto: Julián

El salvamantel que resulta tener una utilidad más, por si no lo sabíais:

Paño de alta calidad para secar la Impala. Obra de Jordi Rojas.. (Foto: Facebook MCI)
Como nos teníamos que ir antes de terminar, busqué a mi "primo" Jaume para charlar aunque fueran cinco minutos porque apenas le había visto (y para sablearle un cigarro). Una delicia, como siempre, hablar con él.

Cuando recogíamos los bultos, estaban mencionando nuestros nombres reconociendo el viaje para estar allí.
Agradezco los aplausos como si fueran merecidos.

En fin, que con todo el dolor de corazón, no vamos hacia Alcañiz con prisa para intentar llegar antes de que oscureciera. Tramo largo de autovía y enlace con la N420 y nos plantamos en destino con luz solar.

Cena y la cama que al día siguiente esperaba otro tramo largo, unos 400 km. más y además con tiempo algo justo por obligaciones familiares.

DOMINGO - 12 de junio

El despertar es agridulce cuando tienes por delante una tirada larga con una Impala pero que, al tiempo, significa el final de un viaje magnífico.

En el desayuno charlamos con dos paisanos, especialmente uno, que resultó ser piloto de cross con una VR, además de demostrarnos conocimientos impaleros de la época. Muy simpáticos. Me imagino así si llego a esa edad, cosa complicada, por otra parte.

Nos paró la Guardia Civil para soplar y la sensación de placer por tener todo en regla y nada de alcohol en el cuerpo hizo que les sonriera como retándoles a que me pusieran una multa. Pero no, además de la educación habitual de los agentes, fueron especialmente simpáticos al ver a dos bípedos implumes con esas motos y todo ese equipaje sobre ella. El resultado del test fue el de cualquier partido de la liga italiana. Empate a cero. Oí a alguien detrás de mí decir: "como no salga 0,0 me corto un huevo", al tiempo que mascullaba: "este toma cerveza". Unas risas, deseos de buen viaje por parte de los G.C. y a la carretera de nuevo, ya con ganas de llegar lo que motivó un amago de "simpa" en un bar sin mayores consecuencias. Prometo que fue sin querer.

Esas ganas se reflejaron en el hecho de que para comer, elegimos unas sillas de plástico que había en una gasolinera donde repostamos, un par de botes de Snack Sano y algo de beber.

Poco más que contar salvo que en a Plaza de Cuzco nos separamos con ganas de repetir.

Unos pocos datos:

Kilómetros hechos: 1.508 (según mi cuentakilómetros)
Consumo medio: 4,45 la cántabra - 4,55 la cordobesa (algún pequeño error habrá pero la cifra es muy aproximada).

En el apartado de agradecimientos, el primero para Julián que, además de excelente compañero, ha hecho posible un año más este viaje catártico.

A los Mosqueimpaleros de los que sólo puedo decir que son molt bona gent y que me honro en contar entre mis amics. Incluyo a Eugeni, por si acaso no se reconoce entre los mosqueimpaleros.

Al MCI, por supuesto, por darse la paliza que se dan para nuestro disfrute. Pep, Jaume, Santi, Carles, Enric y un largo etcétera.

Utilizo una imagen suya:


Para finalizar, un vídeo resumen del MCI


viernes, 17 de junio de 2016

Impalada 2016 - 1ª parte (jueves y viernes)


Esta preciosidad hecha con Impalas es obra de Xavier de la Presa



Aquest any també, pero más y mejor.

Más, porque hicimos el viaje de ida y vuelta y mejor porque, por increíble que parezca, la gente del Motoclub Impala (MCI) se superan en cada edición.

El año pasado hicimos el viaje sólo de ida, pensando que volver también en moto era una paliza excesiva, pero lo cierto es que, después de la experiencia de este año, no es para tanto (siempre que se haga sobre una Impala). 

El catalizador para decidir hacer más de 1.500 km. fue la visita que nos hicieron Fernando y Nacho en septiembre y el que tuvieran el valor de aventurarse con una Texas 175 y un Impala Sport 175 nos dejó con una mezcla de admiración y envidia. A mí, además, con la sensación de que me había rajado en junio por no creerme capaz de aguantar el viaje de vuelta ya que fui yo quien más insistió en volver en tren.

Julián se encargó de prácticamente todo, como suele pasar. Hasta de dedicarle unas horas a dejar a la Impala cantabrona en perfecto estado de revista antes del viaje, cambiando la zapata del freno trasero (no frenaba NADA), aceites y, lo único que realmente me preocupaba, el cable del acelerador, porque ya se había roto hacía unos meses y seguía con el mismo.

Diseñó una ruta magnífica combinando programas que no sé ni escribir. Lo único que eché en falta es la trialera de Jadraque :-)

Hizo un tiempo muy bueno para viajar, quizá un poco de calor. Mientras rodábamos me iba riendo de lo burro que suelo ser e imaginaba qué estaría sintiendo si llego a ir con la cazadora de "verano" que tengo, negra y de polyester (100%, eso sí). Al final le hice caso y, como hizo él el día anterior, compré una ligerísima pero con protecciones. Además, con un precio más que razonable.

El viaje se planificó en cuatro etapas: Madrid-Alcañiz (jueves), Alcañiz-Barcelona (viernes), Impalada y Barcelona-Alcañiz (sábado) y Alcañiz-Madrid (domingo).


JUEVES - 9 de junio


Tengo un extraño proceso psicosomático y, especialmente en el trial,  siempre me pasa que, antes de iniciar una carrera o una zona, me entran ganas de arrimarme a un árbol y levantar la patita. Pues cuando estábamos arrancando las motos para irnos, lo mismo. No lo entiendo, menos mal que si aguanto un par de minutos desaparece la sensación. Aunque nunca sabes si se pasará o tendrás que parar en la M-30. Y a mí no me gusta presumir...


Parece lista para invadir Normandía
Comprobando presiones de las ruedas antes de salir

Un recorrido precioso por tierras alcarreñas. Paramos en un mirador porque la vista era de las de sentarse, cervecita y puro.
Las chimeneas de la Central de Trillo al fondo
En Zaorejas un torrente ponía la música pero no lo grabé








El puente sobre el río Jiloca (Calamocha). Gran película.

La primera etapa se me hizo incluso algo corta. Cuando aparecimos en Molina de Aragón, recordé lo largo que se me hizo el año pasado y es que la lluvia, sobre todo si es mucha, se hace notar.

Paramos a comer en Calamocha, pueblo con el que tengo un vínculo familiar lejano, la `parte turolense-riojana (los de Madrid somos chulos, ya sabéis y tenemos más raíces que la serie de Kunta Kinte). Es el principal productor del "Jamón de Teruel", uno de los más importantes de España.

Pedí un par de bocadillos y, al preguntar si eran muy grandes me dijo que no, que tienen algo de fundamento y nos salió con estas "tapas":

Uno de jamón (más jamón que pan) y otro de longaniza. Animalicos...

Julián aprovechó que empezaban a llover boquerones fritos (homenaje al gran Paco Gandía), se enfundó en el chaleco refrigerante que funciona con agua y, el muy irresponsable, no esperó las dos horas de rigor que nos enseñaron de pequeños. No se le cortó la digestión, gracias a Dios. Por cierto, parece que funciona el invento.

Después de fagocitar los tres cochinos que debieron utilizar para los bocadillos salimos hacia Alcañiz


Fonfría - Me recuerda a una cubeta de helado de stracciatella
Rodando por aquí me venían los Dire Straits y su Walk of Life
Al llegar a Alcañiz nos acercamos primero al taller del año pasado, el de Carlos, (que cambió los rodamientos de la rueda de Julián) pero se había ido a Madrid. Probablemente sabía que íbamos a ir a Alcañiz por esas fechas. La dirección de la cordobesa vibraba un poco pero el mecánico que estaba allí dijo que no tenía rodamientos, que si las pistas marcadas, y tal y tal así que nos fuimos al Trillero


Se está convirtiendo en un clásico visitar el taller
,
El mejor grifo de cerveza que conozco
Después de dejar el equipaje dimos una vuelta por Alcañiz con las motos. Parece que no teníamos bastante aún.

Iglesia de Santa María la Mayor.
Me impresionó la Iglesia de Santa María la Mayor con esa entrada de dimensiones catedralicias. Es un templo barroco que conserva una torre gótica. Lo visité y estaban oficiando una boda. Los pobres incautos que se estaban casando ignoraban, como tantas cosas, que probablemente eran los primeros con coche nupcial escoltado por dos Impalas (al menos en Alcañiz).

Río Guadalope

Después cena en el sitio de las croquetas que nos recomendó Nacho



Unas croquetas, cervezas y aguas con gas después, dejamos las motos en el Trillero, una ducha, un pis y a la cama. Como el año pasado, si se me ofrece Alessandra Ambrosio (he cambiado de top model por una más actual, no hay que ser clásico para todo), le doy un beso en la frente y las buenas noches.

VIERNES - 10 de junio

Amanecimos temprano y, tras un desayuno muy motero, con su descafeinado, su Cola Cao y su magdalena (los huevos fritos y el bacon grasiento son para flojos).salimos hacia Barcelona.

Debo añadir que, ante la mirada displicente del dueño del hostal, un malote (muy simpático, por cierto) propietario de una Harley mega chopper, le explicamos que tenemos una máquina de vending de botes minibar en el taller de Harley en Madrid y que el 75% de lo que lleva (a petición suya) son gominolas, cacahuetes con chocolate y demás chuches. Que todos tenemos miserias que esconder :-)

Creo que no exagero con lo de "mega chopper"

Dice que llevar un trasto de éstos no es tan complicado, basta con apretar los dientes en las rotondas y tomar pocas curvas. Perfecta para el tráfico urbano.

Carretera y manta. Bueno, manta no, que yo no llevaba chaleco refrigerante. Directos a Barcelona, a la Diagonal, donde estaba el stand del MCI para recoger las acreditaciones.

Pradell de la Teixeta


Pradell de la Teixeta - Priorato - Tarragona
La ya tradicional parada en Les 4 Carreteres, aunque esta vez sin paisano con historias sobre una Metralla

Vila-rodona. Sólo 90 km. para llegar
A la una estábamos en la Avenida Diagonal
El stand del MCI con Carles Baró

Recogimos las acreditaciones y Carles (qué buen tipo es) me dió una pegatina que incluían con el carnet de socio (que no he recibido) y que refleja el nivel de detalle de los MCI's
Se pega en la tapa de la caja de herramientas (por dentro) con información muy útil

¡¡¡Ya van tres Impaladas!!!
La acreditación con su número, teléfonos de interés y ¡¡hasta el menú elegido!!...
... y la ruta
¿Se puede mejorar?. Probablemente, pero ni idea cómo.

Nos vamos al apartamento que alquilamos con AirB&B. Al lado del Parque Güell en el barrio de Gracia y comimos en un sitio agradable para turistas como nosotros aunque, a decir verdad, en Barcelona me suelo sentir como en casa. Este año no había bandera reivindicativa para recibirnos. La dueña, muy simpática y locuaz.

No entramos en el Parque por falta de tiempo, pero bien merece un par de fotos aunque sean sacadas de Google

Lo de Gaudí es extraordinario
Insisto, E X T R A O R D I N A R I O 
Esta sí que es nuestra, de Julián para ser más exactos.
Por ahí asoma el Parque Güell
Volvemos a la Diagonal donde quedamos con Pepe, Fernando y Charlie para recoger la Texas de Pep Itchart, que le dejaba a este último para el día siguiente.

Llegaron Pepe y Fernando a darnos la bienvenida. La verdad es que es muy de agradecer que los amigos te regalen lo único que no se puede recuperar: su tiempo.  Es una de las muchas razones por las que los consideramos amigos.

Pepe, Fernando, Julián, Servidor (la calidad no es imputable, increíblemente, al de la derecha)
Y en eso llegó Charlie (que no Fidel, como en la canción de Carlos Puebla). Estábamos algo preocupados porque el comité de empresa de Renfe decidió poner algo de suspense pero tuvimos suerte.

Los tres de Madrid (Charlie es el que tiene cara de acabar de llegar)-Vuelvo a insistir en lo de la calidad de la foto.
Una alegría volver a ver a tan buena gente.

Charlamos un rato con Pep, que llegó poco después y con un MCI que le preguntó a Julián dónde collons está ese sitio de la estepa que tanto menciona en su blog. La respuesta que pensé fue: "si te lo dijera tendría que matarte"

De allí fuimos al garaje de Nacho donde nos esperaba para guardar las motos y luego a cenar a Pinxus, un sitio muy recomendable que había reservado Pepe y donde se uniría Ramón. Muy bueno todo pero especialmente unos postres a modo de yogur. Repetimos el postre, claro.

Pepe, Fernando, Nacho, Charlie, el pequeño Nicolás con polo azul, Julián y Ramón

Cenando entre libros (sigo sin saber el por qué de la mala resolución)
 Pepe se marcó un detalle que espero reciba merecida recompensa y ejerció de anfitrión de principio a fin. Luego nos llevó a su Club donde, de nuevo, hicimos gala de miembros de los Hell´s Angels y nos pedimos coca colas, agua con gas y un par de tónicas.

Y de ahí, un pìs y a la cama.


Mañana o pasado, más...