domingo, 27 de noviembre de 2016

La dignidad de un pueblo… para los que no saben qué es diginidad… ni vergüenza

Con motivo del “hecho biológico”, tan esperado por muchos cubanos, (utilizo este término ya que es el se utilizaba en España en la primera mitad de los 70), he estado pendiente de las loas evacuadas hacia la figura de un sujeto como Fidel Castro.

Aclaro ahora, porque seguro que ya se ha encasillado al autor de estas líneas como franquista, fascista, fachoso y demás calificativos habituales , que no se trata de una defensa de un régimen concreto, sólo de establecer las diferencias entre unos y otros, porque las hay. Entre otras cosas porque soy liberal, cada vez más, y detesto cualquier limitación de la libertad individual cuando no afecte a la libertad de los demás.

Llevo viendo muchos años a gente, en principio inteligente, incluso brillante profesionalmente hablando, licuarse y entrar en éxtasis cuando se referían al comunismo/socialismo y su defensa encendida a esos principios. Cuando hacías ver las contradicciones en que entraban al unir ese concepto con el de libertad, la respuesta solía (y suele) ser la misma: “es que no se ha aplicado bien”.

No se trata de hablar de estructura y superestructuras económicas, ni de materialismos históricos y dialécticos. No porque no se vayan a entender, como piensa el clasista Alberto Garzón de sus potenciales seguidores en la fila del paro, sino porque alargaría demasiado la entrada y bastante pesado soy normalmente.




Este mismo individuo, que por cierto no tiene pudor alguno en mostrar su ignorancia, publicó otro tuit homenajeando, o eso cree él, a Fidel Castro:

Referente del socialismo y de las causas de los oprimidos. Su pensamiento y ejemplo pervive. ¡Hasta siempre!


Lo cierto es que estoy de acuerdo con él. Ha sido un referente para los socialistas y también una de las principales causas para que los oprimidos lo sigan siendo.


Otro brillante luchador por la libertad, Juan Carlos Monedero, soltó ésto:

Por enseñar a pelear por la dignidad sin fronteras el poder le odió. Sus amigos y enemigos lo eran también de los pueblos. ¡Gracias Fidel!


Su amigo, jefe, o lo que sea, macho alfa de todos ellos, dotado de una inteligencia inconmensurable, publicó:

Con sus luces y sombras se va un referente de la dignidad latinoamericana y de la resistencia soberana. Adiós Fidel

La verdad es que parece increíble que semejantes sujetos nos representen y que les paguemos por ello. A ver si un día de éstos les da por trabajar y crear algún empleo.

Podría seguir pero no merece la pena. Todos coinciden en conceptos como “referente” y dignidad”.

Y ahí es donde quería llegar, en lo que considera dignidad cierto grupo de gente, cuyo sectarismo es digno de estudio psico-sociológico.

Dignidad parece ser dedicarte a espiar y delatar a tus vecinos o a quien haga falta porque en esa “isla paraíso” existe el “delito de pensamiento” y si la policía decide que un individuo exhibe signos de peligrosidad puede llevar al acusado ante el “juez” y/o someterlo a terapia o re-educación política (concepto muy querido entre los liberticidas).  Peligrosidad entendida en este caso como que alguien ose a tener una opinión distinta a la oficial.

Dignidad parece ser despojar de toda capacidad de decisión a los seres humanos, de abocarles a venderse por un plato de lentejas, en el mejor de los casos, porque la cartilla de racionamiento creada por “el referente” y de la que disfrutan  los “felices” cubanos desde julio de 1963 le da derecho a cada persona a esta fastuosa cesta de la compra (dato a 1 de abril de 2014) :


– 5 huevos
– 5 libras de arroz
– ½ libra de aceite
– 1 paquete de café mezclado con chícharo tostado (1/4 de libra)
– 3 libras de azúcar blanca
– 1 libra de azúcar morena
– ½ libra de frijoles
– 1 Kg de sal cada 6 meses
– 1 caja de fósforos (cerillos)
– 1 libra de pollo al mes
– ¾ de libra de “pollo por pescado” (se eliminó el pescado y lo sustituyen con pollo)

La fuente es de Yusnaby Pérez, cubana, a la que considero verdaderamente luchadora por la libertad, valiente y con una dignidad (real) que para sí quisiéramos muchos.

Hay que aclarar, en el caso que no se haya pìnchado en el enlace,  que es la cesta para UN MES y acorde al salario medio mensual (20$). También hay que decir que una libra no llega a medio kilo y que dicha cartilla era más generosa cuando la isla estaba subvencionada por la Unión Soviética (dime con quién andas…) hasta que el paraíso se fue por el desagüe allá por 1989.



Hay quien dice aquí que la culpa es del bloqueo de EE.UU. asumiendo la retórica cubana. Lo cierto es que no ha existido tal bloqueo sino un embargo comercial que se mantiene mientras Cuba no devuelva lo que expropió a las empresas americanas. Tan sencillo como eso. De haber habido un bloqueo nadie podría haber comerciado con Cuba y, que yo sepa, la cadena Meliá tiene no pocos hoteles allí, por poner sólo un ejemplo, aparte del comercio realizado con EE.UU. a través de Canadá.. Es cierto que la guerra de la propaganda la han ganado siempre los comunistas. Supongo que por la estupidez de los progresistas occidentales a los que les vendrían muy bien unas pocas píldoras de realidad comunista,

Nunca he ido a Cuba, me he negado porque me sentía cómplice de un régimen perverso financiándolo a base de pagar tasas del tipo “impuesto de salida de Cuba”, además de sentirme como el visitante de un zoo que observa cómo viven unos seres humanos en una jaula.

Otro de los argumentos que he escuchado con frecuencia es que la educación y la sanidad están garantizadas. ¿Qué educación y qué sanidad?. Los estándares no son los mismos. Quienes defienden el régimen no aceptarían bajo ningún concepto vivir así. Y si la educación en España está como está, no quiero imaginarme cómo será allí. Aunque no hace falta imaginar, basta investigar un poco.

Educación: Se dice que es un ejemplo para el mundo (Unesco). Lo que no dice es que tiene una orientación ideológica marxista (consagrada por la Constitución cubana) y que es una de las razones por las que la gente no se levanta contra la tiranía. Desde luego, en muchos ha conseguido despojarles de la dignidad humana y convertirlos en “el nuevo hombre” que quería Marx. En cambio parece que en otros no lo ha conseguido y prefieren jugarse la vida para salir de la cárcel-isla. Por otra parte, me gustaría que los orgullosos profesores de la marea verde y que se indignan con las condiciones en que trabajan, vivieran sólo un mes disfrutando del sistema cubano. No durarían tanto.
Una víctima sonriendo ante el asesino

Sanidad: La realidad es muy distinta a la que nos venden los del “referente” y la “dignidad”.  En este  artículo de Carmen Muñoz (ABC 17-3-2013) se dan algunas pistas. Pinchando en el enlace se pude disfrutar de un vídeo con imágenes de la mejor sanidad del mundo. Servicios sanitarios en teoría universales y gratuitos pero, como en todo país comunista que se precie, muy básicos y plagados de carencias. La propaganda los ha convertido en “los mejores del mundo” pero son lamentables salvo, como  pasa siempre en esos regímenes, para la “nomenklatura”, es decir, si te llamas Fidel Castro (para éste ya no), Hugo Chávez (para éste tampoco) o cualquier otro miembro del partido único (libertad por arrobas), que acuden a centros especiales. Si eres un simple trabajador o un preso (y es fácil serlo allí), o tienes una salud de hierro o tienes un grave problema.

El hospital de Castro y Chávez
C. M.

El Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas (Cimeq) es el hospital de referencia en Cuba, dependiente del Ministerio del Interior y solo accesible a la elite del régimen y a los extranjeros. Hugo Chávez estuvo ingresado en el área especial que utiliza Fidel Castro desde que enfermó en 2006. Próximo a la casa del dictador, el centro se fundó este siglo. En su página web afirma que posee «las más avanzadas técnicas diagnosticas y terapéuticas»


Igual que con los maestros, me gustaría ver a los de la marea blanca, que se desgañitan luchando por sus derechos-privilegios, disfrutando de la calidad sanitaria cubana.

Curiosamente, toda esta gente tan progresista, tan “buena gente” como ellos creen que son porque están con los pobres, tan superiores morales respecto a los que no piensan como ellos, suelen acudir a la sanidad privada en España.

En fin, que todos los que, con el pellejo muy fino si les afecta a ellos, alaban el régimen cubano y, por ende, al recientemente finado, deberían hacérselo mirar porque tienen un problema muy serio. Un problema que tiene que ver con la indignidad con que viven sus privilegiadas vidas, el cinismo atroz con que dan lecciones y en cómo se escandalizan  y atacan furibundamente “los cuarenta años” de Franco. El problema no es que critiquen, el problema es que alaban regímenes peores, mucho peores por intensidad y duración.

A ellos les dedico entrevista a Alexander Solzhenitsyn que he encontrado en un blog llamado "Los papeles de don Cógito". Dicha entrevista se la hizo José María Íñigo en el recordado programa Directísimo en 1976 (ya no estaba Franco para obligarle a decir lo que dijo). No tiene desperdicio.


Alexander Solzhenitsyn  luchó en la mayor batalla de tanques de la historia (Batalla de Kursk) contra los alemanes y, a medida que avanzaba con las tropas por territorio alemán, iba viendo cómo vivían los granjeros de Occidente. No se le ocurrió nada más criminal y deleznable que mantener correspondencia con un amigo al que se lo contaba y por ello fue detenido y condenado a ocho años de trabajos forzados y destierro permanente por expresar opiniones antiestalinistas (libertad, dicen los "dignos"). Su libro, Archipiélago Gulag fue prohibido, claro está. Pero no es culpa del comunismo, sólo de que no se aplicó bien.

A propósito de estas declaraciones, Juan Benet, ingeniero y brillante escritor (muy plomizo en mi opinión), sería uno de los que ahora hablarían muy campanudos sobre la dignidad del pueblo cubano y que echaba pestes del régimen que había en España, dijo:

:“Yo creo firmemente que mientras existan gentes como Aleksandr Solzhenitsyn perdurarán y deben perdurar los campos de concentración. Tal vez deberían estar un poco mejor custodiados a fin de que personas como Aleksandr Solzhenitsyn, en tanto no adquieran un poco de educación, no puedan salir a la calle”.

Poco más se puede añadir al perfil de este sujeto, admirado y querido por la progresía actual que, por cierto, estudió y publicó lo que quiso y hasta fue premiado por el régimen en el que vivía. 


Por cierto, el "referente" hizo tres días de luto por la muerte de Franco. El digno pueblo cubano lo aceptó sin rechistar. El digno rebaño de la dignidad en España no lo suele mencionar.

Ninguna dictadura es admisible pero, por favor, que la vara de medir sea igual para todas. Por cierto, yo viví en la dictadura española desde 1963, algo conozco de ella.

Probablemente, no, seguro que los primeros años fueron horrorosos y llenos de injusticias que se debieron parecer a los que siguen viviendo en Cuba ( y demás paraísos terrenales) y más después de una guerra civil que destrozó el país. 

Sólo sé que la dictadura que habríamos vivido en otro caso hubiera sido mucho más parecida a la que nos ocupa ahora, porque hacia ella íbamos de cabeza y bien que presumían de ello los que perdieron (antes de perder la guerra, quiero decir). Presumían tanto que hasta lo dejaron por escrito en numerosas publicaciones y proclamas.

Basta ver cómo se dejó un país en un caso y cómo está en el otro.

Que se critique lo que se vivió en España me parece perfecto, cada cual es muy libre de tener sus ideas y sus filias y sus fobias pero no se puede negar la realidad simplemente porque no puedan soportarla. Tampoco estaría mal que la Historia se juzgase (en caso de ser posible tal cosa) con la perspectiva del momento en que ocurrió y en el caso que nos ocupa, estamos hablando de cómo viven algunos seres humano en la actualidad.

No hay más ciego que el que no quiere ver. Habrá quienes tengan un problema de entendimiento y raciocinio pero lo que nunca he entendido es qué extraño virus afecta a gente que, como decía en el tercer párrafo, parecen con capacidad para discernir entre el bien y el mal y se manejan con soltura en sus profesiones.

¿Por qué no se les cae la cara de vergüenza cuando portan camisetas con frases como "yo no voté a ningún rey" cuando defienden regímenes donde tampoco votan a sus dirigentes?. 



Por eso, a los que va dirigido esta plúmbea entrada, les pido, además de respeto por ellos mismos, un poco de dignidad y de vergüenza.

Y no voy a escribir nada sobre el tratamiento de los totalitarismos a la homosexualidad, no sea que se enfaden.

P.S.: 1.-Curiosamente, el único tuit que he visto (de un dirigente) que me cuadra con la realidad es el de Donald Trump en el que le tacha de brutal dictador y su futuro vicepresidente se felicita y termina el tuit con un esperanzador "Viva Cuba Libre". Está claro que desprecia a esa corrección política que nos está ahogando. Igual resulta que ha ganado las elecciones precisamente por eso.


 2.-He leído que A. Garzón criticaba a los que se alegraban por la muerte de Fidel. No sé cuántos descorches de champán se hicieron el 20N de 1975, pero no fueron pocos, de hecho, se presumía de ello. Aunque seguramente menos que ahora en Miami, por poner un ejemplo.